El apagón mediático que han dedicado el ‘ABC’ y ‘El Mundo’ a la aprobación de ley de eutanasia en el Congreso contrasta con la euforia con la que la han celebrado los medios de izquierdas.
Mientras dos de los principales periódicos de la derecha no creyeron que el tema era lo suficientemente importante para llevarlo a portada o dedicarle un editorial (con la excepción de La Razón que sí lo hizo), en el ‘Más Vale Tarde’ de laSexta el rótulo lo decía todo: «Por fin, eutanasia».
Al borde las de las lágrimas, Mamen Mendizábal conectaba con Ángel Hernández tras la aprobación de la ley de eutanasia: «María José y yo fuimos la gota que colmó el vaso».
El nombre de Ángel Hernández saltó al escenario mediático en abril de 2019 después de practicar el suicidio asistido de su mujer. «Fuimos la gota que colmó el vaso».
Hernández es un iluso si piensa que esta ley está hecha para que evitar que otras personas en la misma situación que su mujer no sufran.
El suicidio asistido de María José Carrasco es la fachada, el anuncio con el que engañan a una ciudadanía hastiada de que la dividan con este tipo de debates en los que quienes se oponen a la verdad oficial son tachados de negacionistas.
Porque los mismos que parecen preocupados por los pacientes con enfermedades degenerativas son quienes menos invierten en investigación médica. ¡Pero si hasta se quejan de que se ha gastado dinero en un hospital de pandemia!
Con la foto de su compañera en el pecho y dos palabras -«lo conseguimos»-, Hernández cree que ella estaría «muy contenta»: «Ella no se fue convencida, pero sí entendió que yo me tenía que inculpar para que saliera esta ley adelante». Mendizábal tuvo que hacer un esfuerzo para contener las lágrimas.
Hernández no ha perdido oportunidad de cargar contra el PP y VOX:
«Es una barbaridad absoluta. No hay que hacerles mucho caso porque al final si un familiar o alguien muy allegado o querido estuviese en el mismo problema que tuvo mi compañera María José, no creo que fueran tan crueles como para dejarles que sufran».
Los defensores de la ‘muerte digna’ entienden que la dignidad no era ayudar a curar María José Carrasco sino a liquidarla.
No le ayudaron en vida pero le facilitaron su muerte. Tampoco van a mover un dedo para que el Estado ayude a los 4000 enfermos de ELA a los que tiene abandonados y maltratados. Mejor que vayan pidiendo la eutanasia y ahorramos costes.
Víctmas de esa terrible enfermedad como Jordi Sabaté Pons denuncian padecer una interminable burocracia para recibir una ruin ayuda social es intolerable. En lugar de poner esfuerzos para investigar en su cura, cogen el atajo y les ofrecen una ‘prestación’ para ayudarlos a morir y por la que la secta de la muerte ha montado un lucrativo negocio.
🔴 «Es muy duro que compañeros míos con ELA me digan que se ven obligados a morir antes para no ser una carga familiar, eso en el caso de que se tenga familia que pueda ejercer de sanitario profesional las 24 horas del día».
💬 Jordi Sabaté, enfermo de ELA, en #ElCascabel17D pic.twitter.com/XOr7TXeALe
— El Cascabel (@ElCascabelTRECE) December 17, 2020