El blog de Otramotro

Ángel Sáez García

Epístola a Jesús, un epígono de Otramotro (XCIII)

EPÍSTOLA A JESÚS, UN EPÍGONO DE OTRAMOTRO (XCIII)

Dilecto Jesús (ese que yo sé), epígono de este aprendiz de ruiseñor:

Celebro, primero, que hayas escogido la segunda opción (ir al cine a ver “Ocho apellidos vascos”) y, segundo, que no hayas desechado la primera (decir por escrito lo que opinas sobre los “fieles canes” y, de paso, comentar, amén de otras cosas, la décima del día de Otramotro), porque, sencillamente, la has pospuesto.

He escuchado muchas y estupendas críticas sobre la película de moda. Supongo que el director, los actores y el resto del equipo del filme no participarán del criterio que vertió Gabriel García Márquez, recientemente finado, en “El olor de la guayaba”. A un parecer (“Siempre hablas con mucha ironía de los críticos”), seguido de una pregunta concreta (“¿Por qué te disgustan tanto?”), que le hizo Plinio Apuleyo Mendoza, el Premio Nobel contestó esto: “Porque, en general, con una investidura de pontífices, y sin darse cuenta de que una novela como “Cien años de soledad” carece por completo de seriedad y está llena de señas a los amigos más íntimos, señas que sólo ellos pueden descubrir, asumen la responsabilidad de descifrar todas las adivinanzas del libro corriendo el riesgo de decir grandes tonterías”.

Las cifras de la cinta son las que son. Ergo, tengo para mí que tantas/os espectadoras/es no pueden estar equivocadas/os.

Coincido contigo en que deberíamos reírnos más y más veces de nosotros mismos; en que deberíamos amarnos más, echándonos una mano, apoyándonos (te ruego que no seas malpensado, que no he urdido el último vocablo con segundas —cínicas o procaces, tal vez— intenciones) mutua o recíprocamente; en que deberíamos mezclarnos más (el mestizaje es una realidad como un templo, inobjetable), a fin de derribar prejuicios, verdaderas tapias o muros.

Me ha gustado mucho esa manera tuya de poner peros a los perros y, a renglón seguido, de emperrarte (obstinarte en ladrar) en aferrarte “al recuerdo más nítido y auténtico”.

No sé si lo que has escrito y he leído en la tercera entrada va en serio o en broma (de si es una joda tuya, vaya). Mi opinión es que no vas desencaminado, Jesús. No me extrañaría nada (de nada) que lo que auguras fuera pronto realidad. A la actual época del “selfie” (o autofoto) pronto le seguirá (demos ideas a los que aún no las tienen y tiempo al tiempo) la del testamento personal en vídeo (o video).

Me parece bien que sigamos celebrando san Jorge/Jordi, si esa celebración consiste en comprar libros (y regalar flores) y luego leerlos y, más tarde, si nos gustaron, releerlos. Si la susodicha consiste en comprar por comprar, acto muy de nuestro tiempo, pues no lo llamaría de sea guisa, celebración.

A nadie le deseo ningún daño (considero que estar recluido en el talego lo es). Ergo, a Ortega Cano tampoco, pero si la justicia (vivimos en un Estado de derecho, aunque no lo parezca por ciertos comportamientos que trascienden) lo ha mandado a la cárcel, itero el latinajo que tantas veces he usado (sin intención de hacer publicidad): “Dura lex, sed lex” (“Dura ley, pero ley”).

Que mañana por la tarde (y al otro y al otro y…) todo vaya bien. Es buena señal que escuches mejor.

Si no te metes pronto en harina con los latines, acaso luego venga, como lógico corolario, la mohína nota.

Pues, si es como cuentas, les tendremos que dar gracias infinitas a nuestros dirigentes por su grado de diligencia y exigencia. Espero que se entienda la ironía.

Te saluda, aprecia y abraza

Ángel Sáez García
[email protected]

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Ángel Sáez García

Ángel Sáez García (Tudela, 30 de marzo de 1962), comenzó a estudiar Medicina, pero terminó licenciándose en Filosofía y Letras (Filología Hispánica), por la Universidad de Zaragoza.

Lo más leído