AHÍ VA, ESTHER Y ADRIÁN, MI ENHORABUENA
A veces, los hados no nos son favorables. Si se hubieran mostrado propicios, hoy, sábado cuatro de junio de 2022, seguramente, hubiera podido desplazarme hasta Igea (La Rioja) y asistir a vuestras nupcias y, luego, al banquete, que celebraréis, arropados por los mismos familiares y amigos, en Calahorra.
Os deseo, de corazón, un matrimonio dichoso. Será pan comido, si sois diligentes e inteligentes en solventar, cuanto antes, sin procrastinar, los problemas que os surjan, que suelen brotar o nacer por tonterías. Si los tales se enquistan, es más dificultoso hallarles la solución.
Os doy mi más sentida y sincera enhorabuena, que deberéis hacer extensiva a vuestros deudos y seres más allegados.
Os he escrito cinco versos octosílabos a cada uno de vosotros; unidos, conforman mi regalo de bodas, esta décima:
ENAMORARSE ES DE LOCOS
SEA CUAL SEA LA EDAD
(Adrián dice estos a Esther)
—No me gusta cerrar puertas
Para estar a Esther abierto,
Salvo si hallo en el desierto,
No hay oasis y las huertas
Llevan parche, al estar tuertas.
(Esther dice estos a Adrián)
—Un amor inesperado
En este trance apurado,
Si amar no asusta ni aburre,
Espéralo, Adrián, ocurre;
Está a tu vera, a mi lado.
Ángel Sáez García