DE QUIEN BUSCA EL DESQUITE, UN TAL EDMUNDO
Quien intenta gustar a todo el mundo
No sabe en qué fregado se ha metido.
Yo lo he hecho varias veces y he sentido
Que el pozo puede ser hondo, profundo.
Al revés también pasa; en el inmundo
Empeño me he fijado, un sinsentido,
O sea, absurdo estéril, fementido,
De quien busca el desquite, un tal Edmundo
Dantés, y he comprobado con sorpresa
Que cumplir la venganza tanto estresa
Que en juez puede volverte tremebundo,
Incluso más parcial que tu enemigo,
Y también convertir en iracundo,
Como, a Dumas leyendo, eres testigo.
Ángel Sáez García