El instante ha sido para coger un bol de palomitas y refresco gigante y disfrutar con el baño que Melisa Rodríguez, diputada de Ciudadanos, le dio al ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska.
Sucedió durante la sesión de control al Gobierno del 18 de septiembre de 2019. La parlamentaria naranja le lanzaba una pregunta al titular ministerial sobre las agresiones sufridas por miembros del partido naranja durante el desfile del orgullo gay y la actitud que había mantenido el propio Marlaska horas antes, amén de aceptar un sospechoso informe policial que no llevaba sello oficial.
Marlaska, muy ambiguo él, trataba de poner la pelota en el tejado judicial, pero Rodríguez, nada satisfecha con la respuesta, se lanzó en plancha:
Es una vergüenza para el país, no solo no condenó sino que también alienta a violentos, es totalmente indigno. Reflexione si todo vale para conseguir el carné del PSOE porque hay méritos que se convierten en deshonores. Sigo esperando que usted se vaya a su casa por indigno.
