La historia hay que situarla en el madrileño Corredor del Henares.
Pero podía haber tenido lugar en cualquier punto de nuestra extensa geografía española.
Porque actitudes como las que denuncia una combativa delegada sindical perteneciente a una empresa dentro del sector servicios dejan bien a las claras que no siempre aquellos que se postulan como defensores de los derechos de los trabajadores son, en realidad, capaces de pasar de las palabras a los hechos.
La persona que nos escribe nos cuenta como después de años trabajando en una empresa y ejerciendo también durante un tiempo importante labores de representación sindical, concretamente bajo las siglas de Comisiones Obreras, ha visto como de la noche al día le ha volado su puesto de delegada sindical y, de remate, sus condiciones laborales.
¿Por qué? Todo parte desde que la plantilla que formaba esa empresa es llevada a otra planta. Hay un cambio de nombre mas no así del número CIF, es decir la identificación fiscal de la compañía. Sin embargo, el sindicato no solo traga con la idea de que se trata de una empresa ex novo, sino que también pretende (y de momento así lo ha hecho) es quitarse de encima a determinados delegados sindicales.
Así que Comisiones Obreras no mueve un solo dedo cuando a los trabajadores se les niega el pan y la sal de unos beneficios a los que se habían hecho acreedores, sino que deja sin protección a quien hasta ahora había sido una de sus representantes sindicales.
Y con el agravante, porque la trabajadora en cuestión conoce al dedillo sus derechos laborales, de que dentro del propio sindicato existen discrepancias.
Tanto es así que mientras la matriz, Comisiones Obreras, entiende que esta empleada ya no tiene derecho a seguir como delegada, los responsables sindicales de CC.OO en el Corredor del Henares no piensan lo mismo.
¿El problema? Lo de siempre, entre dimes y diretes se dilata la cuestión y mientras se sustancia el problema lo único que se consigue es que la empresa cambie las condiciones laborales de esta trabajadora, entre otras razones porque alguien dentro del sindicato ha estado muy ‘hábil’ a la hora de comunicar que se habían fumigado sindicalmente a la empleada.
Luego, eso sí, vendrán los sindicatos a hablar de precariedad laboral y del abuso del poder en este 1 de mayo de 2021. Pues a más de uno habría que ponerle en bucle este relato.