VÍDEO / Masacre en Río de Janeiro

Sicarios: El negocio de la muerte tiene rostro y precio en la era digital

Sicarios ejecutan a tres médicos en zona turística de la ciudad

Los sicarios, esos asesinos a sueldo que operan en las sombras, siguen siendo una realidad inquietante en pleno siglo XXI.

Lejos de desaparecer, esta figura criminal se ha adaptado a los nuevos tiempos, aprovechando la tecnología y las redes sociales para ofrecer sus letales servicios.

Pero, ¿quiénes son realmente estos mercenarios de la muerte?

¿Cómo operan en la actualidad? ¿Y cuál es el origen de esta siniestra profesión?

El término «sicario» tiene sus raíces en la antigua Roma. Proviene de la palabra latina «sica», que era el nombre de un puñal de punta muy aguda y filo curvo utilizado por asesinos profesionales.

De ahí que Cicerón comenzara a llamar «sicarius» a estos matadores a sueldo. Con el tiempo, el vocablo evolucionó hasta nuestro actual «sicario».

En la Roma clásica, los sicarios eran contratados principalmente para eliminar a rivales políticos.

Sin embargo, su papel ha ido cambiando a lo largo de la historia. Durante la Edad Media, por ejemplo, surgieron los famosos «asesinos» de la secta ismaelita, cuyo nombre en árabe, «hashishin», dio origen a la palabra «asesino» en español.

En la actualidad, los sicarios están estrechamente vinculados al crimen organizado y al narcotráfico.

Son especialmente activos en países de América Latina como ColombiaMéxicoBrasil y Venezuela, donde las redes criminales los utilizan para eliminar competidores, intimidar a testigos o ajustar cuentas.

El perfil del sicario moderno es variado. Aunque tradicionalmente se asociaba a hombres jóvenes de estratos socioeconómicos bajos, hoy en día también hay mujeres sicarias y asesinos a sueldo provenientes de clases medias y altas. Muchos son ex militares o ex policías que aprovechan su entrenamiento para este oscuro negocio.

En cuanto a sus tarifas, estas varían enormemente según el objetivo y la complejidad del «trabajo».

En México, por ejemplo, se ha reportado que un sicario novato puede cobrar desde 30 euros por un asesinato simple, mientras que un profesional experimentado puede llegar a cobrar más de 5.000 euros por un trabajo de alto perfil. En Colombia, las tarifas oscilan entre los 500 y los 2.000 euros por asesinato.

La forma de operar de los sicarios también ha evolucionado. Si bien siguen utilizando métodos tradicionales como armas de fuego o explosivos, ahora también recurren a técnicas más sofisticadas. Algunos usan venenos difíciles de detectar o provocan accidentes que parecen naturales. Además, las redes sociales y la dark web se han convertido en plataformas para contactar y contratar sicarios.

Una tendencia preocupante es el auge de los llamados «sicarios virtuales».

Estos ofrecen sus servicios a través de foros encriptados en la dark web, utilizando criptomonedas para los pagos y garantizando total anonimato. Aunque muchas de estas ofertas son estafas, algunas resultan ser reales, lo que plantea nuevos desafíos para las autoridades.

Entre las curiosidades históricas sobre los sicarios, destaca el caso de los «hashishin» medievales. Se dice que su líder, Hassan-i Sabbah, los drogaba con hachís antes de enviarlos a sus misiones, de ahí su nombre. Otra anécdota famosa es la del sicario colombiano John Jairo Velásquez, alias «Popeye», quien confesó haber asesinado personalmente a más de 300 personas y haber ordenado la muerte de otras 3.000 mientras trabajaba para Pablo Escobar.

En la cultura popular, los sicarios han sido retratados en numerosas películas y series de televisión.

Títulos como «León: El Profesional»«Pulp Fiction» o la serie «Narcos» han contribuido a mitificar y, en cierta medida, glamourizar la figura del asesino a sueldo.

Sin embargo, la realidad de los sicarios está lejos de ser glamurosa. Muchos acaban muertos jóvenes, en prisión o sufriendo graves traumas psicológicos. Además, su actividad tiene un impacto devastador en la sociedad, alimentando ciclos de violencia y debilitando el estado de derecho en los países donde operan.

Las autoridades de diversos países están implementando estrategias para combatir el sicariato.

Estas incluyen desde el endurecimiento de penas hasta programas de reinserción para jóvenes en riesgo de caer en estas redes criminales. Sin embargo, mientras persistan la desigualdad, la impunidad y el poder del crimen organizado, el fenómeno de los sicarios seguirá siendo un desafío para la seguridad global.

VÍDEO / Masacre en Río de Janeiro

Tres médicos perdieron la vida de manera trágica, mientras que otro resultó herido, en un ataque a tiros ocurrido durante la madrugada en un establecimiento junto a la playa en la ciudad de Río de Janeiro, Brasil.

Según las imágenes captadas por las cámaras de seguridad, un grupo de individuos armados descendió de un vehículo blanco y se dirigió a la mesa donde se encontraban los médicos, abriendo fuego contra ellos.

Este escalofriante suceso tuvo lugar en una zona acomodada del barrio Barra da Tijuca, ubicado en la zona oeste de Río de Janeiro, que es una de las ciudades más turísticas de Brasil, según las autoridades que emitieron un comunicado al respecto.

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