Simón de Cirene
Simón, originario de la ciudad norteafricana de Cirene, era un hombre de mediana edad, barbado, de ojos profundos y anchas espaldas. Cuando ese día volvía del campo, se encontró, de repente, inmerso entre un gran gentío que gritaba desgarrado. Veía miradas de odio que insultaban a alguien y lágrimas de mujeres que clamaban ante la