El blog de Otramotro

Ángel Sáez García

O estás conmigo o estás contra mí, amigo

O ESTÁS CONMIGO O ESTÁS CONTRA MÍ, AMIGO

Aunque entre el blanco (no sé dónde leí hace mucho tiempo que las personas que viven en parajes donde la nieve es permanente, como les ocurre a los esquimales, son capaces de diferenciar hasta 30 tonos de blanco distintos) y el negro hay una inmensa gama de grises, hay quien suele proponer a quien le escucha (sea o no consciente del plagio) la posibilidad de elegir entre dos únicas opciones, o sea, el mismo dilema que le plantea en “Ben-Hur” (me refiero a la película dirigida por William Wyler en 1959) Mesala (papel interpretado por el actor Stephen Boyd) a su antiguo amigo de infancia Judá Ben-Hur (Charlton Heston): “O estás conmigo o estás contra mí” (actitud que en psicología se ha dado en llamar o conoce como “síndrome Mesala”).

Así las cosas, la resolución sensata de un tribunal ha provocado la euforia de unos, sobre todo, en las filas de los independentistas catalanes, y la depre de otros, sobre todo, en las huestes del partido del Gobierno, el PP, y del resto de las formaciones unionistas o constitucionalistas. En plata, tras invertir unas horas de mi tiempo en reflexionar sobre dicho fallo (escrito sin segundas o terceras intenciones), he llegado a la conclusión de que ni los “hunos” (como escribiría mi estro y maestro Unamuno) deberían estar tan ufanos ni los “hotros” tan decaídos. Me explicaré.

La decisión de la Audiencia de Schleswig-Holstein de rechazar la petición hecha por el magistrado del Tribunal Supremo, Pablo Llarena Conde, de entregar a España al expresidente Carles Puigdemont para ser juzgado por el delito de rebelión no acarrea ni lleva aparejado, aunque no faltan quienes así lo han querido ver, un varapalo ni contra nuestra democracia ni contra nuestro Estado de derecho. Tampoco cabe ser interpretada como una absolución de Puigdemont ni del resto de los gerifaltes (no les falto, no, al llamarlos así) secesionistas, encarcelados preventivamente o no, ni una bendición (seguida de ovación) de sus actitudes desleales e irresponsables durante los bochornosos meses de septiembre y octubre del 2017.

El propio tribunal aclaró que el 1-O hubo violencia y que esta cabe achacársela al expresidente por ser quien promovió la celebración de un referéndum ilegal (y luego se empeñó en agravar aún más la situación al alentar un proceso de secesión, la DUI ).

La audiencia alemana se ha limitado a concluir lo obvio, que el delito español de rebelión no cuadra o encaja con el delito germano de alta traición y, por eso, ha denegado la euroentrega a España. Y es que la Decisión Marco del Consejo de la Unión Europea de 2002, que regula la euroorden, exige que los delitos sean equiparables, equivalentes. Ahora tendrá que decidir en lo tocante al delito de corrupción o prevaricación.

El tribunal teutón tampoco dio por buenas las presuntas razones aducidas por Puigdemont, salidas de pie de banco o meras mentiras, de que en España hay presos políticos (lo que sí hay son políticos presos de manera preventiva), como volvió a airear nada más dejar a sus espaldas los barrotes de la prisión de Neumünster.

Los dirigentes independentistas propiciaron con sus acciones y decisiones cargarse el Estatut y la Constitución , aprobar la ley de Transitoriedad, declarar la DUI , en suma, dieron un golpe de Estado muy sui generis, porque lo hicieron sin disparar un solo tiro, desobedeciendo las resoluciones de los tribunales competentes y saltándose a la torera o pisoteando las leyes.

Tengo para mí que, durante el “procés” hubo mil y una muestras de violencia (de baja o moderada intensidad, ciertamente). Esa es la tesis que, mutatis mutandis, vengo a sostener y colegirá quien lea una de mis últimas y más recientes ficciones, la que titulé “Te comportaste bien, ‘Metomentodo’”.

En resumen, la Audiencia de Schleswig-Holstein ha rechazado la extradición de Puigdemont por el delito de rebelión por la sencilla razón de que en Alemania las formaciones políticas independentistas hubieran sido ilegalizadas por aspirar, desear o pretender quebrar el orden constitucional y la unión territorial del Estado. A la pata la llana, al actual legislador alemán le resulta de todo punto imposible, inaudito, insólito que el presidente de un land, cada uno de los estados federados que componen Alemania, pueda comportarse de un modo tan desleal e irresponsable como lo hizo Puigdemont (y cuantos le siguieron en su delirio).

Y para terminar esta urdidura (o “urdiblanda”) le pido a usted, atento y desocupado lector, sea ella o él, que me permita la licencia de poder divagar o “extravagar” (verbo que solía usar Unamuno, pero no ha sido admitido aún en el DLE) un instante. Dando por válida esta evidente ucronía/utopía, si hoy viviera entre nosotros don Miguel de Cervantes y le diera por escribir su “Don Quijote”, el ingenioso hidalgo/caballero le diría seguramente a su fiel escudero esta verdad:

“—Cosas absurdas verás en España, amigo Sancho, como la de esos políticos de tres al cuarto, independentistas, que están en contra de la Constitución que los ampara. En Alemania les iban a dar para el pelo”.

Nota bene

Acabo de leer el artículo “Disparo alemán a la euroorden”, que publicó ayer en El País Carlos Yárnoz (navarro también, que nació en 1953 en Artajona; supongo que, si viviera Pío Baroja —aunque no hay constancia de que dijera lo que algunos le atribuyen que dijo— y lo hubiera leído, no se mofaría tras leerlo, como hay quienes airean que comentó al conocer la cabecera de aquel periódico que dio en llamarse El Pensamiento Navarro: ¿Pensamiento y navarro? ¡Imposible!). Como debo ser lo que aspiro e intento ser, una persona decente (desde el punto de vista intelectual) y honesta (desde una perspectiva ética), considero que su texto (si soy coherente y sigo a quien afirmo seguir, a Karl Popper, para quien la verdad era provisional; duraba mientras no fuera refutada por otra, que venía a ocupar en ese mismo momento su lugar) es mejor que el mío. Entre el suyo y el mío, me quedo con el suyo, sin duda, con el de Yárnoz.

Ángel Sáez García
[email protected]

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Ángel Sáez García

Ángel Sáez García (Tudela, 30 de marzo de 1962), comenzó a estudiar Medicina, pero terminó licenciándose en Filosofía y Letras (Filología Hispánica), por la Universidad de Zaragoza.

Lo más leído