El blog de Otramotro

Ángel Sáez García

Espero que ya esperes mi «de nada»

ESPERO QUE YA ESPERES MI “DE NADA”

Dilecta Pilar:

¿Otramotro, ocupado? No, ¡qué va! Esta mañana, verbigracia, tras levantarme y afeitarme, me he bañado, acicalado, vestido, he hecho la cama (antes la había deshecho, claro, para orearla; lo doy por supuesto, pero quiero dejar constancia del hecho, para quedar satisfecho), he desayunado lo acostumbrado (un zumo de naranja, un café con leche semidesnatada y cuatro tostadas levemente untadas con margarina y mermelada de melocotón), me he acercado a “Bajo Cero”, establecimiento donde suelo comprar, de lunes a sábado, media barra de pan, y, después de dar los buenos días a “Fangio”, dueño de la papelería/librería “El Cole”, acercarme a la oficina de la administradora de la finca, acudir con el preceptivo requerimiento (no miento, no) a Hacienda para que me hicieran la Declaración del IRPF del año 2017 (vamos a hacer la rehabilitación de la cubierta o techumbre del edificio, hemos solicitado una subvención y me la habían pedido; desconozco el motivo), la he entregado; y ahora, por fin, estoy, minutos antes de que den las once de la mañana, frente a la pantalla del ordenador, contándotelo.

Esta tarde voy a subir a Cabretón al funeral de Julia, RIP, la madre de mi amigo Santos. En cuestión de escasos meses, qué pena, ha perdido a sus progenitores, DEP.

Cierto; estar ocupado es bueno, siempre que no te acarree una ansiedad o un estrés mayor del que eres capaz de canalizar conveniente u oportunamente o soportar.

Voy dándome cuenta de que lo que me pasa conmigo, que me voy conociendo cada día un poco más, es tres cuartos de lo mismo de lo que me acaece, asimismo, con los demás.

Aducidas tus gracias, espero que ya esperes de mi parte la respuesta consabida, “de nada”.

¡Como para no estarlo, contenta y aun contentísima! Pues bien, mejor, más que bien, por la Asociación de Aragonesa de Escritores, aunque no formaras parte de ella.

Por pedir, podrías pedir más (cuántas veces no habré cantado, durante el “Pobre de mí”, el estribillo (con tropezón alcohólico/irónico) “todos queremos más, pacharán, todos queremos más, pacharán, todos queremos más y más y más y mucho más, pacharán”), pero me parece bien que te conformes con lo que tienes apalabrado, los tres poemarios y el viaje con tu pareja a Tierra Santa.

Celebro que lo de tu deudo sea algo pasajero o sin importancia. Mejor así, si esas molestias que le aquejaban se han atenuado o mitigado.

Me alegra que califiques así mi epístola. Ya la comentarás, si puedes. No estás ni te sientas obligada a hacerlo.

Hoy, como ves, no he cumplido mi propósito de ser breve, como recomendaba nuestro amigo común (aunque nunca zuriteáramos con él) Baltasar Gracián. ¡Tengo tantos quehaceres! La primera hora la dedicaré a contestar correos (y, confío, deseo y espero, contentar a quienes se los mando).

Que estés leda es lo lógico y normal. Lo extraño sería que no lo estuvieras.

Pues ya sabes qué te queda, ante el desbordamiento, o más horas de trabajo o aprovecharlas al máximo.

Otro (de tu amigo Otramotro).

   Ángel Sáez García

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Ángel Sáez García

Ángel Sáez García (Tudela, 30 de marzo de 1962), comenzó a estudiar Medicina, pero terminó licenciándose en Filosofía y Letras (Filología Hispánica), por la Universidad de Zaragoza.

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