Contundente.
La ex senadora de Podemos, Celia Cánovas, describe a la perfección a Pablo Iglesias en ‘La Burbuja’.
La también abogada ha reflexionado en el programa de PERIODISTA DIGITAL sobre la posible vuelta a la política del cofundador de Podemos. A la política ya no en activo sino en primera línea porque nunca ha dejado de hacer proselitismo e intentar vender su mercancía averiada en los medios donde participa.
“Yo la verdad que estoy alucinando. Es que no se ha ido nunca de la política, no se ha retirado nunca. Ha estado siempre detrás de todo, de la ministre, del grupo aparte y un largo etcétera”.
Estima que la decisión de renunciar al cargo de vicepresidente de Gobierno fue un error de su parte porque la jugada no le ha salido bien. Sin embargo, el ‘alma mater’ de Podemos nunca ha abandonado la formación y está atento a cada paso que se produce. En cuanto a los cálculos políticos errados, señala a la líder de Sumar, Yolanda Díaz, por una mala estrategia en su guerra con el podemita.
La senadora detalla que la relación del líder de Podemos con el resto de los miembros de la formación era completamente leninista. Detalla que pese a ser senadora, no era tratada como alguien importante por su parte, sino como alguien de la tropa más baja al no tener ningún puesto orgánico en el partido.
“Era como Dios. Aunque lo veíamos era inaccesible”, detalla.
En cuanto al carácter de Iglesias, resalta el talante machista del vicepresidente y del también cofundador, Juan Carlos Monedero. Algo que cobra relevancia con el escándalo sexual del también exfundador podemita y exportavoz de Sumar, Íñigo Errejón.
“En muchos partidos no puedes hablar más de la cuenta y en este, especialmente, pero yo decía cosas y los demás se callaban y a él le hacía como gracia y se hacía cachondeo conmigo. Un día, en una reunión de partido en la calle Princesa, yo estaba de pié y el cuando pasó, me dio un pellizquito en la espalda. Cuidado con el tema de los machismos y de las historias estas”.
Es un machista absoluto. Monedero y él arrasaban. Les encantan las mujeres, sean como sean hasta el punto, me lo han dicho personas cercanas, que Irene Montero escogía como secretaria de Pablo Iglesias a mujeres gordas, feas, para que no tuviera tentaciones”.