A los separatistas catalanes les tocó el ‘Gordo’ con el Gobierno de Pedro Sánchez.
Los independentistas tienen atado en corto a un presidente del Gobierno que ya dejó claro que está dispuesto a complacerles todas sus peticiones a cambio de aferrarse a Moncloa a cualquier precio.
El último ‘regalito’ para los separatistas llegó desde el Senado, donde este jueves 22 de diciembre se aprobó la reforma del Código Penal con la que Pedro Sánchez suprime el delito de sedición y rebaja las penas para la malversación para contentar a sus socios catalanes.
La aprobación definitiva en la Cámara Alta permite a Sánchez disponer ya de sus dos nuevas cesiones al independentismo, en plenas fechas navideñas y con muchos españoles de vacaciones. Ni él mismo ha acudido al debate en la sede parlamentaria, al encontrarse en La Moncloa disfrutando de un ágape con periodistas. La reforma ha salido adelante con 140 votos a favor, 118 en contra y tres abstenciones.
La proposición de ley se ha votado sin las dos enmiendas sobre el Poder Judicial, suspendidas por el Tribunal Constitucional tras el recurso del Partido Popular. El Senado intentó este miércoles sin éxito que el Alto Tribunal levantase esta suspensión, permitiendo así el golpe de Sánchez a la Justicia. En cualquier caso, el Gobierno y sus aliados ya preparan otra vía para llevar a cabo este asalto y han avanzado que presentarán una proposición de ley para recuperar las enmiendas suspendidas.
El Ejecutivo ha maniobrado para la aprobación exprés de esta reforma, que estará en vigor antes e que termine el año y beneficiará a los dirigentes separatistas condenados por el procés, además de decenas de encarcelados por corrupción.

Pedro Sánchez y los separatistas en España.
La malversación por la que fueron condenados los líderes del 1-O prácticamente desaparece, al pactar PSOE y ERC la creación de un nuevo tipo del delito. Así, a partir de ahora se castigará con entre 1 y 4 años de cárcel y entre 2 y 6 años de inhabilitación a «la autoridad o funcionario público que diere al patrimonio público que administrare una aplicación pública diferente de aquella a la que estuviere destinado», siempre y cuando «resultare daño o entorpecimiento graves del servicio al que estuviese consignado». En el caso de que no se aprecie ese daño -como sostiene el separatismo que ocurre en el caso de los dirigentes condenados por el procés- la única pena sería la inhabilitación de entre 1 y 3 años y una multa de 3 a 12 meses.
Por otro lado, se suprime por completo el delito de sedición por el que fueron condenados también los líderes independentistas, y se crea un nuevo delito de «desórdenes públicos agravados», castigado con un máximo de cinco años de cárcel, frente a los 15 de la anterior sedición. Sin embargo, existen serias dudas jurídicas de que los hechos del 1-O puedan tener encaje legal en este nuevo tipo.
De esta forma, los dirigentes separatistas, ya indultados por Sánchez, se beneficiarán de una rebaja en sus penas de inhabilitación que, en el caso de Oriol Junqueras, fue de 13 años, lo que acerca al líder de ERC a ser candidato en unas eventuales elecciones.
Estos asuntos serán tratados en ‘La Segunda Dosis’ de este jueves, 22 de diciembre de 2022, junto al economista Daniel Lacalle; el periodista Benjamín López; y el portavoz de VOX, Jorge Buxadé.