A menos que hilarante sea el quid…
A MENOS QUE HILARANTE SEA EL QUID, USAMOS LOCUCIONES SIN PORQUÉ; SIN PROPIEDAD URDIMOS EXPRESIONES Más de tres, de cuatro y de cinco veces (hasta que barruntó él que había quedado grabado a fuego en nuestras mentes), se lo escuché aseverar a mi primer y acaso, asimismo, mejor maestro de Latín (lo aproveché en el seminario menor navarretano)