Nuestro mundo anda al revés, boca abajo
NUESTRO MUNDO ANDA AL REVÉS, BOCA ABAJO El último día del año pasado (¿debido a la festividad de san Silvestre?, de manera asilvestrada), a la altura del cerrado cibercafé “Praga” (donde otrora pasé a ordenador tantos textos escritos por mí en casa en mis habituales medias cuartillas amarillas), o sea, en la acera de los pares