Un millón de golpes
Leo con interés en el libro "Open", las memorias del tenista Andrea Agassi, que su padre, de origen armenio, le diseñó una máquina expendedora de bolas llamada "Dragón". A base de devolver más de 2.000 bolas al días, su retoño debía convertirse en invencible: iba a devolver un millón de bolas al año. Con independencia de los efectos