Los tesoros culinarios de Galicia son muy variados. La mayoría, por supuesto, son a base de pescados y mariscos debido a su tradición pesquera en las poblaciones del litoral gallego.
Son famosas las empanadas de atún, rape y pulpo a la gallega, las croquetas de bacalao, los almejas a la marinera, las sardinillas, sus deliciosos pimientos de padrón y mucho más.
Pero, también sus recetas de postres se han extendido nacional e internacionalmente. De la lista de los postres gallegos más sabrosos destacan la bica y la quesada gallega.
La Quesada gallega es una tarta muy típica en Galicia.
La mayoría utiliza requesón. Aunque como tantas recetas, admite cantidad de variantes.
El requesón se trata de un derivado lácteo de sabor suave y delicado. Se puede consumir solo, con otros alimentos (ensaladas, verduras, tostadas) o como parte de diversas recetas dulces y saladas.
Es ideal para aligerar los postres con queso o nata porque consigue que se reduzcan de forma considerable las calorías de la receta.
El requesón Se obtiene a partir del suero fermentado del queso. Éste se calienta a unos 90ºC aproximadamente para que sus proteínas formen una masa de consistencia blanda y color blanquecino.
Antiguamente, el requesón se elaboraba con suero de leche de cabra o de oveja, pero actualmente se utiliza, en su mayoría, suero de leche de vaca.
Consejos para la preparación de la quesada
Trata de utilizar un requesón de buena calidad porque esto influye de manera significativa en el resultado final de tu preparación.
Lo más tradicional es coronar la tarta con miel, pero esto es opcional.
Recuerda mezclar bien los ingredientes para que se integren todos los sabores.
Comprueba el punto de cocción, al sacarlo del horno teniendo en cuenta que, como ocurre en las tartas, al enfriar ganará consistencia. Y si ves que la parte superior está dorada pero la quesada todavía no está hecha, cubre la superficie con papel de aluminio para evitar que se siga tostando.
Por último, ten en cuenta que para apreciar mejor el sabor y textura de la quesada es recomendable dejarla reposar, así que, si puedes, prepárala con antelación, cuanto más asentada, más deliciosa estará.
Ingredientes:
- 500 g de queso fresco
- 200 ml de leche entera
- 3 huevos
- 50 g de mantequilla
- 125 g de azúcar
- 100 g de harina de trigo (o maicena)
- Ralladura de 1 limón
- 1 cucharadita de canela en polvo
- Miel (opcional)