Que a los genios que mires los admires
QUE A LOS GENIOS QUE MIRES LOS ADMIRES En los años sesenta del pasado Siglo, no se pedía “deme fuego”, Sino “incinere mi pitillo”, ruego Que otros, con humor negro, más pesado, Por otro, semejante, acompasado, Mudaban, por ser un extraño juego Al que una explicación acaso luego Se hallara, como al vino el ser pisado.