El fascismo catalán
En verano de 1974, en los estertores de la ya dictablanda franquista, junto con un amigo, hice un viaje a las soviéticas Polonia y Rusia, donde todo estaba absolutamente controlado, un viaje, por otra parte, que te vacunaba con una efectividad absoluta, si en la decisión de conocer tales países había un atisbo de admiración hacia el régimen