Cuatro gotas
Cuatro gotas mal contadas. Son las que han caído esta noche en el ferragosto barcelonés. Se está convirtiendo en uno de los agostos más calurosos que uno recuerde. Con todo, yo me siento como si estuviera en Santo Domingo y todo se me hace más llevadero. La humedad dominicana y la layetana son parejas. Sólo falta merengue y que llueva