¡Qué chopera de mástiles y jarcias!
¡QUÉ CHOPERA DE MÁSTILES Y JARCIAS! Hoy he vuelto a soñar, cosa rara, que mi padre había venido solo, sin la asidua compañía de mi madre (al menos, ella no ha aparecido, mientras ha durado el sueño, por ninguno de los lugares que hemos recorrido juntos), a mi casa de la playa para ayudarme a pasar a limpio con el ordenador lo que había