20 HÁBITOS PARA UNA ALIMENTACIÓN SALUDABLE

Tomar alimentos naturales, ecológicos y libres de toxinas

Tomar alimentos naturales, ecológicos y libres de toxinas
Agricultura ecológica y alimentos orgánicos. PD

Un alimento natural, por definición, es aquél que se produce de una forma totalmente silvestre, en plena naturaleza.

El producto ecológico, biológico, bio u orgánico, es aquél que se produce de forma lo más parecida posible a la natural, y es elaborado según unas normas que excluyen el uso de productos químicos de síntesis, que respeta el medio ambiente para conservar toda su riqueza, y que rechaza los productos manipulados genéticamente o transgénicos, aunque sí permite el empleo de ciertas sustancias (azufre en forma de sulfitos, cobre como sulfato de cobre o oxicloruro de cobre, entre otras; esto se debe tener en cuenta sobre todo por las personas sensibles a estas sustancias).

Los productos naturales y ecológicos tienen una producción esmerada que, afortunadamente, cada vez se hace más extensiva y se consume en crecientes cantidades por parte de la población.

Este tipo de alimentos también presentan una alta calidad porque están sometidos a unos controles exhaustivos que comienzan en origen y van hasta su venta.

En España la agricultura ecológica está regulada desde 1989, actualmente por el Reglamento (CE) 834/2007 del Consejo y el Reglamento (CE) 889/2008 con sus consiguientes modificaciones, disposiciones y requerimientos a la norma.

Desde el 1/7/2010 la Eurohoja es el logo ecológico europeo de uso obligatorio en los productos ecológicos envasados y producidos en cualquiera de los estados miembros de la UE.

Las razones por las que se deben utilizar este tipo de alimentos son muy numerosas.

Vamos a explicar las principales que afectan al ser humano como consumidor, al medio ambiente y a la sociedad en general.

SALUD

Los alimentos naturales y ecológicos están libres de residuos tóxicos (fertilizantes, plaguicidas, HCB, antibióticos, OGM, etc.) y, como consecuencia, están libres de los riesgos que pueden suponer para nuestra salud este tipo de sustancias, algunas de las cuales ni siquiera han sido estudiadas ni es conocido su efecto nocivo sobre nosotros.

En la agricultura convencional se emplean muchísimos químicos que ingerimos diariamente y que son responsables de forma muy importante de diversas enfermedades; algo que afecta también, de manera significativa, a los agricultores que los emplean, dato muy a tener en cuenta.

Al no llevar este tipo de sustancias, los alimentos ecológicos son mejor asimilados por nuestro organismo, son más nutritivos y obtenemos de ellos un rendimiento nutricional mucho mayor.

Al consumir productos frescos o mínimamente elaborados estamos evitando enfermedades que ya constituyen un problema importante en esta sociedad como la obesidad y la diabetes, y fomentamos en nuestro entorno la dieta mediterránea.

PRODUCCIÓN DE TEMPORADA

Se deben tomar los productos de cada estación que respetan los ciclos naturales de producción, favoreciendo así que dentro del alimento estén todos sus nutrientes (vitaminas, minerales, fitonutrientes, etc.) en óptimas condiciones.

Cuanto más se respetan los ciclos naturales de desarrollo de la planta, más vital y nutritivo resultará el alimento.

Por todo esto son más ricos de sabor, pues man- tienen sus condiciones originales de textura, color y aro- ma. Son los sabores de toda la vida.

Con este tipo de agricultura los suelos son fertilizados orgánicamente (estiércol, composta, abonos verdes) y esto hace que las plantas de su entorno se desarrollen de la mejor forma conservando todo su potencial.

Los productos ecológicos se conservan mejor que los convencionales.

PRODUCCIÓN LOCAL

Este tipo de alimentos promueven la producción de la zona tanto a nivel agrícola como ganadero, con especies y variedades autóctonas adaptadas al lugar y que se desarrollan mejor, obteniendo del suelo y del clima lo más aprovechable para sacarle toda su riqueza.

También se crea un entorno laboral dinámico, se revaloriza el sector agrícola y agrario en un marco de producción saludable y se controlan mejor los excedentes agrarios.

MEDIO AMBIENTE

Con la producción y consumo de este tipo de alimentos se respeta el entorno natural y se evita la contaminación de los suelos, el agua, los acuíferos y el aire, que recibe una menor emisión de gases de efecto invernadero.

También se ayuda a la conservación del hábitat de las especies del lugar donde se está llevando a cabo su producción, favoreciendo el desarrollo a su vez de otras y protegiéndolas.

En las zonas donde se produce agricultura modificada genéticamente hay una disminución de la biodiversidad que implica una pérdida de variedades en los mismos terrenos en los que antes se podían cultivar diferentes tipos de plantas.

El empleo de sustancias químicas, que además dañan el medio ambiente, provoca un coste adicional a la sociedad ya que hay que eliminar sus residuos.

BIENESTAR ANIMAL

Con una alimentación correcta (pastos naturales, piensos y forrajes ecológicos) de los animales se permite su crecimiento natural, a su ritmo, y que disfruten de la naturaleza en libertad; se cuida de su salud también de forma natural.

Es importante destacar que un animal sin estrés va a producir más y mejor, y que se necesitará invertir menos en él porque gozará de buena salud.

DESARROLLO RURAL

Con el consumo de los alimentos ecológicos se apuesta por el desarrollo rural, aumentando la calidad de vida de agricultores y ganaderos.

Se estimula el relevo generacional y se recuperan costumbres tradicionales y culturales de cada zona, así como elaboraciones artesanales y más cuidadas que pueden favorecer el turismo como fuente de ingresos.

Se puede crear un vínculo muy gratificante entre el productor y el consumidor, y se establece un circuito corto de comercialización que mejora la relación calidad-precio y un comercio más equitativo.

En un ámbito internacional este tipo de propuestas lleva consigo un comercio más justo, que impulsa el crecimiento y la autosuficiencia de los países en vías de desarrollo.

MODELO SOSTENIBLE

La producción de alimentos bio se genera en ambientes sostenibles que no agotan los recursos, vegetales o animales, al contrario que el modelo intensivo que desequilibra el entorno a todos los niveles y conlleva una situación de estrés en numerosos ámbitos, incluidos el social y el económico. Se debe trabajar con los ecosistemas y no intentar dominarlos.

Dentro del concepto de sostenibilidad también se incluye un aprovechamiento de la comida, consumiendo justo lo que se va a comer, eligiendo bien los ingredientes y aprovechando lo que sobra con imaginación culinaria.

Hay que emplear al máximo recursos que se puedan re-novar y hacer un uso eficiente de los medios energéticos, con lo que si se consume cerca de donde se produce, también habrá ahorro en los costes de transporte y comercialización.

Siguiendo esta tendencia han surgido los restaurantes Km. que promueven una filosofía acorde con todo lo anteriormente mencionado y a los que se suman cada vez más establecimientos.

En el año 2013, la FAO tuvo como tema central ‘Los Sistemas alimentarios sostenibles para la seguridad alimentaria y la nutrición‘, con el fin de ayudar en la comprensión de hacer sistemas más sostenibles para la población y luchar contra el hambre, algo que está muy vinculado con este tipo de modelo ecológico.

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