Tras Cuba, la siguiente oportunidad de lucimiento para los reporteros de guerra se originó en China, donde bandas de boxers, imbuidos de la suposición de que eran inmunes a las balas de los paganos occidentales,
La suerte existe, pero solo la que uno busca, la que uno provoca y llama hasta que se digna responder. Y entonces hay que saber explotarla. Con esa intención, aunque sin excesivo éxito, sucumbí a la
Por Alfonso Rojo Es llamativo, chocante o por lo menos curioso que ninguno de los periodistas españoles caídos en acción haya levantado la décima parte de la polvareda que ha desatado la muerte de
La cercanía es esencial para un buen reportaje pero, a base de aproximarse a la barrera, a veces se traspasa y termina convirtiéndose uno en noticia aunque no lo desee. Eso no está mal si se puede volver
Por Alfonso Rojo Las estampas de la insurrección sandinista de septiembre de 1978, tomadas casi siempre con un angular de 24 milímetros, permitieron a Susan Meiselas ganar el Premio Robert Capa a la
Por Alfonso Rojo Se suele decir que la prueba más evidente de que los austriacos son diabólicamente listos es que han sido capaces de convencer a la Humanidad de que el nazi Adolf Hitler erá alemán
Manuel Leguineche, que era vizcaíno, había nacido en 1941 y falleció el 22 de enero de 2014 después de una vida intensa dedicada al periodismo y la literatura, escribió una vez que la II Guerra Mundial
A pesar de lo pretenciosos que somos y del postín que nos solemos dar, hay pocas ocasiones en que los artículos de un periodista cambien el curso de la Historia, pero a veces ocurre. Uno de los ejemplos más esplendorosos es el de Januarius Aloysius MacGahan, un norteamericano de origen irlandés que medía casi dos metros, lucía un bigote
Por Alfonso Rojo La de enviado especial es una profesión fascinante en la que a uno le pagan por hacer lo que le más le gusta. Como dicen los encallecidos veteranos, es mucho mejor que trabajar, aunque no esté exenta de transitorias frustraciones. Una de ellas es que a miles de kilómetros de distancia, en el trajín de la redacción, piensen
En el reporterismo de guerra los scoops suelen depender más de la mezcla de fortuna y osadía que de devanarse los sesos. En las Navidades de 1991, en los mismos días en que Boris Yeltsin desplazó a Mijaíl Gorbachov y se aupó al poder en Rusia, se desencadenó un violento levantamiento contra Zviad Gamsajurdia en Georgia, una de las naciones
El gran Archibald Forbes no fue el único 'as' del Daily News durante la guerra franco-prusiana. Mientras el escocés exprimía a los sitiadores, en el interior de París actuaba Henry Labouchere, autor de deliciosas crónicas sobre la miseria de la vida cotidiana en la asediada capital. Labouchere era hijo de un banquero, había estudiado
Los corresponsales de guerra de la «Edad de Oro» eran un grupo colorista y valiente, pero hicieron gala de escasa humanidad y carecían de perspectiva histórica. Con raras excepciones, compartieron el gusto por la sangre de la época y reseñaron la muerte atroz de miles de personas sin más preocupación que enviar reportajes arrebatadores.
La guerra nunca es como se presenta en el cine. Es algo turbio, sucio y horrible. El problema es que la visión continua de hechos espantosos termina por hacer que uno se habitúe a ellos, como le ocurre al cirujano en el quirófano de urgencias de un gran hospital o al policía de guardia en comisaría. Se da por supuesto que las muertes
Por Alfonso Rojo En un mundo de información escasa, como era el de Russell, Clemenceau, Smalley e incluso el de Leguineche, Meneses, Quadra Salcedo o el que enfrentamos en nuestros inicios, veinte años más tarde, Pérez Reverte, Julio Fuentes, Gervasio Sánchez o yo, el reportero aportaba valor por tres razones: Tenía acceso privilegiado
Por Alfonso Rojo Una de las aportaciones de la Guerra de Secesión americana al periodismo mundial fue el perfeccionamiento de la censura que, aunque de manera aleatoria y desorganizada, fue aplicada desde el inicio del conflicto. En Bull Run, el primer enfrentamiento de la guerra, los periodistas norteños abandonaron la escena convencidos
Por Alfonso Rojo En 1869, cuando James Gordon Bennett, propietario del New York Herald y organizador de los primeros partidos de tenis y polo en Estados Unidos, además de promotor de carreras de yates interoceánicas, contrató al escocés Henry Morton Stanley y le asignó la misión de encontrar a David Livingstone, el misionero-geógrafo
Por Alfonso Rojo Así como una buena guerra vende ejemplares y sube la audiencia a lo grande, apostar por el pacifismo a ultranza también puede incrementar la tirada y dispara el share televisivo. Durante la Guerra del Golfo, en los primeros meses de 1991, Pedrojota tuvo el olfato de adoptar una línea contraria a la intervención aliada
Por Alfonso Rojo En la actualidad, cuando el alcohol estimula su sinceridad, los veteranos de la 'tribu' suelen decir que lo más peligroso de esta profesión es justificar las cuentas de gastos ante el gerente de la empresa. Ocurre desde tiempos inmemoriales. Cuando Henry Villard, reportero del New York Tribune y uno de los mejores corresponsales
Por Alfonso Rojo En 1978 llegué a la conclusión de que mi etapa de fotógrafo de un diario había concluido. Se aproximaba el momento de dar un salto cualitativo y probar si era capaz de imitar al protagonista de 'Foreign Correspondent'. En Centroamérica las mujeres no son rubias y hace demasiado calor para lucir una gabardina cruzada,
Por Alfonso Rojo En la jerga de los corresponsales de guerra, según escribe Arturo Pérez Reverte, 'territorio comanche' es el lugar donde el instinto dice que pares el coche y des media vuelta: «El lugar donde los caminos están desiertos y las casas son ruinas chamuscadas; donde siempre parece a punto de anochecer y caminas pegado a las
Me acuerdo muchas veces de Julio Fuentes. Han transcurrido ya más de 7.000 días, desde aquel aciago 19 de noviembre de 2001 en que unos facinerosos capitaneados por un psicópata llamado Reza Khan lo mataron en un recodo del tortuoso desfiladero que lleva de Jalalabad a Kabul y a menudo, cuando me hundo en esas soledades en las que los hombres
Por Alfonso Rojo Se juegan el pellejo en cada disparo, como demuestran los casos de Patrick Chauvel, Juantxu Rodríguez, John Hoagland, Miguel Gil, Kurt Schork, Tim Hetherington, Chris Hondros, Joao Silva, Anja Niedringhaus, Christian Poveda y tantos otros. Son quienes nos enseñan gráficamente el espanto y arriesgan como nadie la vida en
Por Alfonso Rojo Esa experiencia, sentir los balazos de la Guardia somocista a un palmo y emerger intacto del coche junto a la fotógrafa Susan Meiselas, fue para mi el equivalente del lance por el que pasó William Howard Russell en las escaramuzadas de Schleswig-Holstein. En 1850, cuando resultó herido y sobrevivió, Russell llevaba más
Por Alfonso Rojo Pedrojota Ramírez tenia veintisiete años cuando ascendió súbitamente de redactor a director de periódico. Sería pretencioso establecer paralelismos, pero hubo un tiempo, en que experimentaba un insano placer al evocar que Russell había estudiado Derecho antes de lanzarse al periodismo, al igual que yo. Y también había
Aquí tienes por entregas y en forma de serial, como los antiguos folletines pero en clave casi académica, una obra sobre esa figura tan mítica del periodismo que es el corresponsal de guerra. Capítulo a capítulo, Alfonso Rojo va desgranando la historia, los secretos, los vicios y las virtudes de ese reducido, complicado y privilegiado
William Howard Russell nació en Dublín en 1820, era protestante y desde la infancia se sintió atraído por la vida militar. Siendo todavía un niño, acostumbraba levantarse al amanecer para observar como desfilaban los soldados de un cuartel cercano, y en su adolescencia intentó alistarse varias veces, lo que hubiera conseguido de no
Aquí tienes por entregas y en forma de serial, como los antiguos folletines pero en clave casi académica, una obra sobre esa figura tan mítica del periodismo que es el corresponsal de guerra. Capítulo a capítulo, Alfonso Rojo va desgranando la historia, los secretos, los vicios y las virtudes de ese reducido, complicado y privilegiado
Aquí tienes por entregas y en forma de serial, como los antiguos folletines pero en clave casi académica, una obra sobre esa figura tan mítica del periodismo que es el corresponsal de guerra. Capítulo a capítulo, Alfonso Rojo va desgranando la historia, los secretos, los vicios y las virtudes de ese reducido, complicado y privilegiado
Aquí tienes por entregas y en forma de serial, como los antiguos folletines pero en clave casi académica, una obra sobre esa figura tan mítica del periodismo que es el corresponsal de guerra. Capítulo a capítulo, Alfonso Rojo va desgranando la historia, los secretos, los vicios y las virtudes de ese reducido, complicado y privilegiado
Aquí tienes por entregas y en forma de serial, como los antiguos folletines pero en clave casi académica, una obra sobre esa figura tan mítica del periodismo que es el corresponsal de guerra. Capítulo a capítulo, Alfonso Rojo va desgranando la historia, los secretos, los vicios y las virtudes de ese reducido, complicado y privilegiado
Poco después de que, el 27 de agosto de 1792, apareciera el anuncio del Times, ofreciendo un empleo profesional a un 'caballero con idiomas', la meteórica escalada de Napoleón Bonaparte y la conmoción generada por sus triunfos militares intensificaron la alarma del público británico y el ansia de noticias. Como ocurría durante la transición
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