Los cinco pilares de la felicidad del niño

Supervivencia: Asertividad

CÓMO EDUCAR PARA GENERAR ADULTOS FELICES

Supervivencia: Asertividad
Creación, personalidad, carácter, familia y educación. PD

Esta habilidad social, que conecta directamente con la extroversión, se define como aquella que nos ayuda, respetando a los demás, a mostrar nuestras preferencias, exigir nuestros derechos y a conseguir objetivos mediante la correcta expresión de emociones y actitudes.

Como supondrá, un niño tímido difícilmente será asertivo, lo que abunda en la importancia de la extroversión.

Será en la preadolescencia cuando la asertividad, unida a los valores que hayamos transmitido, se manifieste como un potente protector frente a la manipula- ción externa y a los riesgos con que el joven entrará en contacto en proporción al nivel de independencia que vaya adquiriendo.

El desarrollo de la asertividad requiere, en función de su edad y autonomía, fomentar en el niño algunos valores relacionados con los siguientes:

  • •     Mantener su personalidad, su propio criterio
  • •     Sus necesidades son tan importantes como las de los demás
  • •     Su dignidad es la misma que la de los demás
  • •     Tiene derecho a rectificar
  • •     No tiene por qué justificarse ante los demás
  • •     No puede sentirse culpable por rechazar ofrecimientos
  • •     Respeto a las diferencias de los demás

Por otro lado, el lenguaje verbal y no verbal de la persona asertiva es muy importante. En este punto es decisivo el aprendizaje por modelos, así que muéstrese como ejemplo y también subráyele modelos de con- ducta asertiva que manifiesten:

  • •     Gestos relajados y amables
  • •     Mirada directa
  • •     Lenguaje firme pero sin vacilaciones ni gritos
  • •     Centrados en el problema y no en el conflicto
  • •     Sin imposiciones y escuchando al otro

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Autor

Alberto Guzmán Ortega

Alberto Guzmán Ortega es Psicólogo y Terapeuta de Conducta. Su actividad profesional se viene desarrollando tanto en el ámbito de la Psicología Clínica como en la terapia individual y familiar. Ser padre, así como trabajar con niños y jóvenes, ha contribuido a reforzar la valoración que este momento vital representa para él.

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