La trayectoria del periodista Javier Ruiz (Valencia, 18 de agosto de 1973) se ha desarrollado por El Mundo, la COPE y el Grupo PRISA. En la actualidad es columnista de VozPopuli.
- «TUVE DE MAESTRO EN LA SER A IÑAKI GABILONDO»
- CORRESPONSAL EN NUEVA YORK DURANTE EL 11-S
- «LA COBERTURA DE KATRINA FUE LA MÁS EXTREMA QUE HE HECHO EN MI CARRERA»
- LA FIGURA DE BUSH
- UN PROGRAMA CON MAFO EN LA SER
- «LOS EMPRESARIOS SABEN CUÁNDO CUENTAN CON EL FAVOR DEL PODER Y CUÁNDO NO»
- EL INTENTO DE SACYR POR ENTRAR EN EL BBVA EN 2005, ¿CON EL APOYO DEL GOBIERNO?
- «LA GUERRA POR LA OPA DE ENDESA FUE UN DISPARATE»
- «LA CNMV, EN LOS ÚLTIMOS AÑOS HA HECHO MUCHOS TRABAJOS, MENOS EL SUYO»
- RESPONSABLES DE LA OFICINA ECONÓMICA DE LA MONCLOA CON PERFILES DISPARES: SEBASTIÁN, TAGUAS O NADAL…
- «DESDE HACE 30 AÑOS NO HA HABIDO CONSENSO PARA PRESIDENTE DE CAJAMADRID»
- «DECIR QUE ME ECHÓ BERLUSCONI ES EXAGERADO»
«TUVE DE MAESTRO EN LA SER A IÑAKI GABILONDO»
En ese caso [el de la SER], te reconozco la suerte que tuve. Yo estuve en radio Valencia, en la SER; desde allí me muevo a Radio Madrid y aterricé en una escuela de periodismo de primer nivel, porque el profesor, el maestro, allí era Iñaki Gabilondo. Gabilondo hacía entonces el ‘Hoy por hoy’ y tenía una serie de gente que pagábamos el peaje de hacer la madrugada y, a cambio, teníamos el privilegio de estar sentados en la primera fila con el mejor catedrático de periodismo que, yo creo, que sigue habiendo a día de hoy.
CORRESPONSAL EN NUEVA YORK DURANTE EL 11-S
«Yo dejé la SER durante un tiempo porque me marché a estudiar a EEUU. Hice Economía Internacional allí y trabajé dos años de analista económico. Estando allí es cuando sucede el 11-S y es cuando la SER se encuentra con un corresponsal en primera línea, y que ni siquiera ha tenido que enviar: todos los problemas solucionados; tanto de papeles, porque ya no se dejaba entrar, como de contactos, como de amigos en las Torres, porque la empresa para la que yo trabajaba tenía sede en la Torres Gemelas. Con lo cual, vuelves a reencontrarte con el periodismo casi por accidente o literalmente, en este caso, por accidente».
Dejé en aquel momento de trabajar donde trabajaba y pasé a trabajar como corresponsal en la SER en un momento en el que, si te gusta el periodismo, esa es la catástrofe que todos recordamos. Yo creo que hay cuatro o cinco noticias que todo el mundo sabe dónde estaba cuando se produjeron, y esa es una de ellas. Evidentemente, si te coge en primera línea, no ponerse el casco de periodista es casi un delito.
«El cambio fue absolutamente salvaje; tanto en cuestión psicológica como en cuestión física, presenciar aquellas imágenes».
«LA COBERTURA DE KATRINA FUE LA MÁS EXTREMA QUE HE HECHO EN MI CARRERA»
Durante su etapa en EEUU, a Javier Ruiz también le tocó hacer de corresponsal ante la tragedia del huracán Katrina en Nueva Orleans:
Katrina fue distinto, relativamente. En el caso del 11-S lo que se produce es una unión del país ‘contra’, y en el caso de Katrina lo que se produce es una unión del país, y punto. Se produjo un sentimiento de recogimiento nacional ante el tamaño de la catástrofe. La cobertura de Katrina, si te digo la verdad, creo que es de las más extremas que ha hecho uno a día de hoy, porque en Katrina no había luz, no había gasolina; era inundación por inundación allá dónde fueras.
«Yo recuerdo que el técnico con el que iba, un técnico de la Cadena SER, que era absolutamente maravilloso, un profesional de primerísimo nivel; llegásemos a los sitios a los que llegásemos había coches abandonados a lo largo de la carretera, de gente que había intentado dejar Nueva Orleans, se habían quedado sin gasolina y había continuado a pie. Nosotros teníamos un problema: que hacíamos el viaje inverso. Nosotros entrábamos hacia Nueva Orleans y nuestro problema era: ¿Y si pinchamos? y recuerdo que era coger ruedas de coches abandonados; recuerdo que era coger la poca comida que teníamos en las gasolineras de entrada, dormir en el coche, porque no podías dormir en ningún lado, comer las últimas noches con una lata de cacahuetes a medias,… Fue de estas cosas que se cuentan y se disfrutan después, y que en ese momento se disfrutan y se sufren casi al mismo tiempo».
LA FIGURA DE BUSH
Durante su etapa en EEUU, el periodista da su opinión sobre el presidente George W. Bush, que pasó de ser querido a ser detestado por la opinión pública norteamericana:
En la biografía de Tony Blair, Chery Blair, su mujer, le dice una frase cuando él entra a Downing Street. Él era el presidente con la mayor tasa de popularidad. Su mujer le dice una frase que creo que es de las más lúcidas que he oído nunca. Le dice: «Tony, no te acostumbres, porque todos los presidentes entran con aplausos, pero todos los presidentes salen por los abucheos». Todos los presidentes entran con esas tasas de popularidad, y todos los presidentes se van porque les echan. Nadie se marcha por propia voluntad. Se marcha porque no se le vota.
«Eso en el caso de Bush fue especialmente significativo. Además, se producen muchas otras cosas. Estábamos comentando antes el enfrentamiento entre Gobierno y contrapoderes. En el caso de Bush, hay un enfrentamiento con los medios de comunicación, que fue crucial en la erosión que se produce; un desprecio hacia los medios de comunicación que es crucial. Solamente queda un pequeño-enorme terreno de defensa de la Administración Bush, que es FOX, pero el resto de los panoramas mediáticos son todos críticos con el Gobierno. Por otra parte, es como deben ser los medios de comunicación: críticos con el poder».
UN PROGRAMA CON MAFO EN LA SER
Javier Ruiz es periodista económico y su estreno en estos lares se produjo en un programa denominado ‘Hora 25 de los negocios’:
Justo al terminar la cobertura del 11-S, que dura más de un año. Al acabar, se me plantea la alternativa de volver aquí. Eso suponía hacer un programa, ‘Hora 25 de los negocios’, que dirigía un nombre que te va a sonar: Miguel Ángel Fernández Ordóñez. Él, que hoy es gobernador del Banco de España, en aquel momento iba a ser el director de un programa que empezábamos los dos: él dirigía y yo presentaba.
«LOS EMPRESARIOS SABEN CUÁNDO CUENTAN CON EL FAVOR DEL PODER Y CUÁNDO NO»
Durante la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero, diversos empresarios fueron señalados como «amigos del Gobierno». Uno de los más destacados fue el que fuera presidente de Sacyr, Luis del Rivero, que fue destituído casi a la vez que los socialistas eran desalojados de La Moncloa:
Creo que Luis del Rivero es un buen empresario. Y Luis del Rivero, como buen empresario que es, sabe cuándo cuenta con los favores del poder y cuándo no. Junto a Luis del Rivero, que es un buen empresario, hay rivales suyos que también son buenos empresarios; estoy pensando en Florentino Pérez. Es el rival por excelencia de Luis del Rivero. Él también sabe cuándo cuenta él con el favor del gobierno, pero sobre todo cuándo sus enemigos cuentan con el favor del Gobierno y cuándo no.
Así que, cuando se producen ciertas caídas, no solamente es porque el personaje haya caído en desgracia, sino porque sus enemigos también ven que ya no tiene los apoyos y los respaldos que tiene, y ahí es donde se producen los ataques. Así que yo no creo que esto sea solo una cuestión de Luis del Rivero; creo que es una cuestión de su competencia. No hablo en concreto en este caso de Florentino, pero sí de su competencia. Hay gente que está esperando ciertas debilidades para atacar. Esto pasa en los negocios; pasa en la vida
EL INTENTO DE SACYR POR ENTRAR EN EL BBVA EN 2005, ¿CON EL APOYO DEL GOBIERNO?
Entre diciembre de 2004 y febrero de 2005 Sacyr intentó entrar en el accionariado del BBVA con la oposición del presidente del banco, Francisco González. Durante esa época, Javier Ruiz realizó informaciones sobre irregularidades del entorno de Francisco González.
Ahí lo que hubo, y sigue habiendo, es, primero, mucho mito de oscurantismo; segundo, muy pocas ganas de conocer. Yo recuerdo haber publicado aquello. Yo recuerdo haber sido apaleado por haber publicado aquello. Ha habido mucha gente que tiene prejuicios de: ‘estos son los míos, hay que defenderlos. Estos son los otros, hay que atacarles’.
Varios medios de la derecha señalaron que las informaciones de Javier Ruiz pretendían beneficiar a Del Rivero en contra de González. Aunque nadie pudo desmentir la veracidad de las informaciones:
Independientemente de que lo que se publique sea verdad o mentira. A mí, este prejuicio y esta actitud de trinchera absoluta, me preocupa mucho en el periodismo. Entiendo que cuando tú tienes una información siempre va a beneficiar a alguien y a perjudicar a alguien. Mi problema nunca es a quién beneficia y a quién perjudica. Mi problema, como periodista, es: ¿es verdad, o es mentira?. Si es cierto, estoy seguro de que va a tener unas consecuencias. Las tiene siempre. No hay una información que no tenga consecuencias si es relevante, luego, que tiene cierto impacto sobre algo, o que va a provocar tal, es un efecto secundario, y me parece un debate muy interesante para la comunidad periodística, pero es secundario.
El primario, el importante, es si es verdad, o es mentira esto que se está publicando. En aquellos días se publicó una historia de mucha investigación periodística que quedó en nada. Lo que sí quedó es qué se pretendía con aquella historia. Insisto: eso es un insulto para los periodistas que hacen investigación, para los periodistas que hacen periodismo, y un vicio de cierta gente que, quizá, disfraza de política el periodismo. Que hace trinchera de ciertas cosas que no deberían serlo.
«LA GUERRA POR LA OPA DE ENDESA FUE UN DISPARATE»
Entre 2005 y 2006 la guerra financiera más destacada se vivió en Endesa. La empresa Gas Natural (controlada por La Caixa) presentó una OPA, e igualmente lo hizo la empresa alemana E.ON. La izquierda parecía apoyar a Gas Natural y la derecha a E.ON.
La Cadena SER, con Javier Ruiz a la cabeza, dio la primicia de las dos OPA.
Aquello tiene, otra vez, el mismo vicio. Los partidos políticos y ciertos empresarios tienden a refugiarse detrás de otros partidos políticos. A algunos partidos políticos les gusta ponerse al frente, y a algunos empresarios les gusta ponerse a cubierto. Aquello fue una situación que nunca debió derivar en un debate político. Aquello fue un disparate cuando cogió esa derivada. En la SER dimos aquella exclusiva, las dos exclusivas. La primera la que se lanza sobre Endesa y la segunda la que lanza E.ON. Aquello, al principio, era una información puramente financiera.
«Era una operación muy gorda, pero puramente financiera. Efectivamente, vuelve a pasar lo que digo. Es muy irritante en este país no el ‘cómo le va a afectar a usted’, consumidor, ciudadano, accionista de la empresa, sino el cómo me va a afectar a mi partido político y a mis votantes. A partir de ahí no importa si es verdad, si es mentira, qué números, qué cifras tiene la OPA, sino a quién beneficia, a quién perjudica, qué efectos tiene y cómo me viene de bien a mí. Esto es un problema muy del país. Aquí casi nunca se discute sobre el fondo de las cosas. Pero sobre las ‘formas de’, si le afecta o no a mi partido político, si le beneficia o no al Gobierno o a la oposición… este es el debate constante.
Todo esto viene, no sucedido, sino precedido por: ‘Lo ha publicado, además, Fulanito’, que es, evidentemente, ‘amigo de’. Nunca hay un mérito profesional para nada. Y, al final, lo que ocurre es que los debates de: teníamos una empresa que era una empresa nacional, Endesa, una empresa líder, y que se ha convertido ahora en una empresa italiana, quedan diluidos en esto, en si me beneficiaba a mí y te perjudicaba a ti. Preguntémosle ahora a todos los que estaban pendientes de verdad de aquello: a los usuarios les ha subido la luz; a los consumidores, se ha producido una mayor concentración del sector; a los accionistas, que sí ganaron con aquello. Esta es la gente a la que había que informar. Pero al final estos quedaron para la página tres, porque la portada era para PP y PSOE.
«LA CNMV, EN LOS ÚLTIMOS AÑOS HA HECHO MUCHOS TRABAJOS, MENOS EL SUYO»
El presidente del Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en el periodo en el que se produjeron las operaciones Sacyr-BBV y OPA sobre Endesa, era Manuel Conthe, que dimitió en 2007 después de acusar públicamente al Gobierno de intervencionismo. En su acusación, Conthe señaló directamente a Javier Ruiz, como un periodista que igualmente intervenía en las operaciones junto al vicepresidente de la CNMV, Arenillas, creando un «triángulo» peligroso. Ruiz es muy crítico con la actitud de la CNMV en aquel momento:
Por no hacer estas cosas personales, por no hablar personalmente de Manuel Conthe, del que, insisto, prefiero no hablar, te digo: yo creo que la CNMV erró. En aquellos momentos erró. Yo estaba investigando qué es lo que pasaba con un fondo de capital, un fondo que había vendido el presidente del banco BBVA. Cuando se está investigando aquello, yo había acudido a la fuente. Una de las fuentes, cuando se hacen distintas comparaciones, que es la CNMV. Acudo a ellos a decir: ‘tengo este documento. ¿es cierto o es un documento falsificado?’.
«La CNMV me pide que lo pase por registro de CNMV y así ellos pueden abrir la caja fuerte y comprobar si mi documento, que es copia, se corresponde con el documento que es original. Esa es la actuación que pide la CNMV. Después, la CNMV, cuando se monta todo este escándalo político, cuando se publica la información, se muere de miedo. Empieza a culpar al periodista, a culpar a la oficina de Moncloa, a culpar a los bancos, a culpar a los medios, a culpar a absolutamente todo el mundo, menos asumir su responsabilidad, que es confirmar si algo es cierto o es falso. Si es verdad o es mentira. A partir de ahí la CNMV vuelve a encoger, y a encoger».
Este es el organismo regulador. Este es el organismo que tiene que velar por la veracidad del mercado y porque no se cometan delitos, y por lo que se preocupó fue por fusilar periodistas, por criticar a políticos, por atacar a empresas, por dejar limpias ciertas reputaciones y ensuciar ciertas otras. Y te das cuentas de que ha hecho muchos trabajos, menos el suyo, menos el de regulador del mercado. En todas estas jugadas hay muchos riesgos, muchos problemas. Hay intereses políticos, hay trincherismos mediáticos, pero los únicos que deberían actuar siempre correctamente son los reguladores, y hay reguladores que han sido impecables en este país, y hay otros que todavía no han actuado.
La etapa de Manuel Conthe no ha sido la única polémica de la CNMV. Durante el mandato de José María Aznar, la que fuera presidenta, Pilar Valiente, tuvo que dimitir por verse implicada en el escándalo de Gescartera:
La CNMV ha sido siempre una institución que no ha estado a la altura. En mi opinión el regulador del mercado no ha estado a la altura del mercado. Eso es peligroso, porque esos son los contra-poderes. Yo asumo nuestra cuota de responsabilidad, los periodistas, los medios somos los contra-poderes. Somos los que tenemos que vigilar que no se produzcan ciertos excesos, pero nosotros lo único que podemos hacer es publicar y denunciar. Luego están los contra-poderes de verdad, los reguladores de verdad, los que, además, pueden sancionar. Yo echo de menos contra-poderes fuertes en este país, porque mucho de lo que nos pasa, esos debates viciados, son porque, al final, son impunes. Porque tú puedes decir casi cualquier cosa sin tener casi ninguna sanción. Ese es el problema que tenemos muchas veces aquí.
RESPONSABLES DE LA OFICINA ECONÓMICA DE LA MONCLOA CON PERFILES DISPARES: SEBASTIÁN, TAGUAS O NADAL…
Javier Ruiz también da su opinión sobre los últimos responsables de la Oficina económica de La Moncloa: David Taguas o Miguel Sebastián.
Debo decirte que ahí hay deseos de encontrar cosas turbias. Los tres perfiles, y ahora un cuarto, que han ocupado la oficina económica son radicalmente distintos. El perfil de Miguel Sebastián es un perfil de pre-ministro. Con lo cual sí que es un perfil político y entiendo que haya críticas. El perfil de David Taguas no es ese. Es un perfil puramente analítico. Es una persona que tiene otra lectura y, sobre todo, otras obligaciones, que son hacer de consejero económico del presidente.
«Después, Javier Vallés, tercero de los presidentes, hacía todavía más ese perfil. Es un perfil estrictamente económico. Es, a mi juicio, uno de los más brillantes analistas que hay en este país en términos de economía. Es una persona que tiene una solidez en lo económico muy seria. Son, por tanto, tres perfiles que no tienen nada que ver. Decir ‘la oficina económica’, bajo todo ese paraguas, es un poco raro».
«Ahora la oficina económica la lleva Álvaro Nadal, que es uno de los más brillantes economistas de esta nueva generación y es una persona que puede tener aspiraciones políticas. Quizá en un futuro gobierno puede ser ministro, pero todo eso son circunstancias accesorias que no le quitan valor a la oficina en sí. La oficina es un organismo que se ha copiado de EEUU, que funciona, debería funcionar, y que tiene que ser lo que tiene que ser, que es el órgano de asesoramiento económico del presidente. En ocasiones, incluso, para contradecir al ministro de turno. Esto ocurrió en la primera legislatura del Gobierno de Zapatero. La oficina económica de Sebastián contradecía los dictámenes de Solbes y nosotros, los periodistas, le dábamos a eso muchísimo morbo, pero eso es lo que tiene que ser».
«DESDE HACE 30 AÑOS NO HA HABIDO CONSENSO PARA PRESIDENTE DE CAJAMADRID»
Javier Ruiz critica el sectarismo de PP y PSOE (y sus medios afines) a la hora de señalar culpables ante la crisis. Él las reparte en el tema de Bankia:
Me preocupa mucho esto de que el PP diga ‘la culpa es solo del PSOE’, como me preocupa mucho que el PSOE diga ‘la culpa es solo del PP’, porque los dos son debates falsarios. Caja Madrid, por mecionarla, tuvo un último presidente de consenso hace 30 años, que fue Jaime Tercerio. Él tuvo el consenso de la UCD, del PSOE y de Alianza Popular en aquel momento. Tras él, todos los presidentes han sido nombrados por el partido que ocupa el poder.
Blesa es un hombre de Esperanza Aguirre. Cuando cae Blesa, hay dos candidatos. El candidato de Esperanza Aguirre era Ignacio González y Esperanza Aguirre es cazada diciendo ‘le hemos quitado uno al hijo de puta –que era Gallardón- y se lo hemos dado al nuestro –Ignacio González–‘. Al final esa batalla no la gana Esperanza Aguirre; la gana Gallardón. Y él coloca a uno de los suyos: Rodrigo Rato. Así que esta cosa de que el PP dice ‘esto no iba conmigo’, no. Esto iba con el Partido Popular».
«La segunda parte, esto de que el PSOE diga ‘esto no va conmigo’, no. Aquí había una responsabilidad socialista también. La ha habido durante todo el tiempo que esto se ha ido gestando, la ha habido también desde los organismos reguladores».
«El Banco de España no ha sido, a mi juicio, lo suficientemente dirigente porque, es verdad, lo que el Banco de España dice. Su obligación no es valorar si Bankia o Cajamadrid vale X o X+5, pero cuando hay una concentración de riesgo sí se puede o no autorizar una fusión o evitarla o hacer uso de los mecanismos reguladores que, al final, uno tiene, y eso no se ha hecho. Luego, además de PP y PSOE que cruzan mutuamente culpas sin reconocer las suyas propias, y los dos las tienen, además de todo eso hay cuestiones personales. Hay una dosis de responsabilidad que hay que asumir cuando uno se pone al frente de una caja. Te puedo hablar de personas a las que respeto profesionalmente, pero hay que ser honesto y reconocer que se han equivocado».
«El argumento de este Gobierno de que ‘nada se ha hecho mal’ es, además, ridículo porque choca con la realidad. Si nada se ha hecho mal, ¿por qué estamos así? No sé por qué solo se ve la paja en el ojo ajeno, porque tanto PP como PSOE tienen grandes vigas que mirarse. Lo mismo ocurre en los medios de comunicación. Hay medios de comunicación empeñados en señalar sólo a Miguel Ángel Fernández Ordóñez, frente a medios de comunicación empeñados en señalar sólo a Rodrigo Rato. De verdad, las culpas aquí son transversales y lo honesto es decirlo. Evidentemente no gana mucha popularidad con los favores políticos. Si ves que gobierna el PP y sacudes al PP, probablemente tu medio de comunicación no va a recibir grandes réditos, pero, en mi ingenuidad, yo tenía entendido que a quienes nos debíamos era a los lectores y a la verdad, no a los partidos y al poder».
«DECIR QUE ME ECHÓ BERLUSCONI ES EXAGERADO»
En diciembre de 2010 se hizo efectiva la absorción de la cadena Cuatro por el Grupo Mediaset, de Silvio Berlusconi, que quiso unificar la dirección de Telecinco con la de Cuatro. Una de las primeras decisiones de la cúpula de Paolo Vasile al frente de Cuatro fue despedir a Javier Ruiz, sin embargo Ruiz no tiene claro que se pueda decir que a él le echó el político y empresario italiano:
Decir que me ha echado Silvio Berlusconi creo que eso es un poco exagerado. Silvio Berlusconi ni sabe quien es Javier Ruiz ni lo va a saber en su vida. Esto es una cosa que a los periodistas, a los que les gusta darse importancia, hay que bajarles por los pies a la tierra y decirles «mira, el mundo no gira en torno a ti». Yo pienso que el mundo no gira en torno a Javier Ruiz. Entiendo que para Javier Ruiz, lo que le ocurre a Javier Ruiz es lo más dramático del mundo, pero entiendo que cuando Mediaset llega quiere poner a sus caras, quiere poner a su gente, quiere poner a sus nombres y tú no eres de los suyos.
Y Telecinco quiere sobre todo poner una línea editorial en Cuatro que no es la que hacíamos en Noticias Cuatro. No es la de la información dura, no es la de la información trabajada y seria… sino que buscan otra cosa y es perfectamente legítimo, tu puedes discrepar, pero no es personal. Yo entiendo que cuando te matan es como la mafia italiana, no es personal.
Pero aunque Javier Ruiz piense que su despido no era algo personal, no se puede negar la circunstancia de que en el telediario que él dirigía se sacaron las imágenes de las fiestas de Berlusconi, que tan escandalosas resultaron:
Nosotros publicamos, citando al diario El País, las fotografías de Silvio Berlusconi con las ‘velinas’, es verdad que nosotros hicimos todo aquello, y todo aquello es cierto. Pero insisto, yo vuelvo a mi máxima, ¿aquello era verdad o era mentira? Al margen de a quien perjudicó o a quien benefició ¿aquello era cierto? Pues si era cierto es digno de ser contado y eso es lo que hicimos allí.
Dicho eso, me da la sensación de que mi caída de Cuatro no tiene nada que ver con eso, sino más bien con una nueva línea editorial, hay quien decide que quiere hacer otra apuesta, que quiere hacer otras cosas. Luego hay además pequeñas miserias internas, gente en la redacción que te quiere mejor y que te quiere peor, esas cosas pasan siempre. Pero la gran decisión empresarial me da la sensación que simplemente es eso, una gran decisión empresarial. No es personal, no va contra mi, como no va contra Iñaki Gabilondo o contra Antonio San José, por citarte tres periodistas que caen. Dos periodistas, al menos, de esos tres son dignos de respeto. Hay que ser lo suficientemente maduro como para admitir que no encajas en su proyecto, te caes y ya está, hay que seguir caminando y seguir haciendo periodismo.