El 16 de junio de 2005 un nutrido grupo de jueces y magistrados, como Clemente Auger (ex presidente de la Audiencia Nacional) o José Antonio Martín Pallín (ex juez del Supremo) participaron en un homenaje al histórico periodista Bonifacio de la Cuadra con motivo de la jubilación.
De la Cuadra, miembro de la redacción de El Pais desde el mismo día de su salida a los quioscos, fue redactor de Política y Nacional hasta mediados de los ochenta, en que pasó a ser el máximo responsable de noticias judiciales, en especial CGPJ y el TC. En la actualidad permanece ligado a El País como miembro de su consejo editorial y como accionista minoritario del Grupo PRISA. De la Cuadra recuerda algunos momentos de su trayectoria.
- «EL PRIMER PERIÓDICO EN QUE TRABAJÉ DURO UN DÍA»
- EN LA PRENSA DEL MOVIMIENTO A LAS ÓRDENES DE VICENTE CEBRIÁN
- EL DESPIDO DE SOLEDAD GALLEGO DÍAZ DE PYRESA
- CO-FUNDADOR DEL DIARIO EL PAÍS
- FILTRACIÓN DEL BORRADOR DE LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA DE 1978
- CO-AUTOR DEL ESTATUTO DE LA REDACCIÓN DE EL PAÍS
- PORTAVOZ DE LA REDACCIÓN EN LA JUNTA DE ACCIONISTAS
- VICENTE CEBRIÁN, EL PRIMERO EN ADELANTAR QUE EL PRESIDENTE DE LA TRANSICIÓN SERÍA SUÁREZ
- LA GUERRA DE ACCIONISTAS EN EL PAÍS
- EL 23-F
- DEMANDADO POR INVESTIGAR ‘LA TRAMA CIVIL’ DEL 23-F
- ¿CUAL HA SIDO EL GOBIERNO MÁS INTERVENCIONISTA CON LA PRENSA?
- SITUACIÓN ACTUAL DE EL PAÍS
- LA CRISIS SE PERDONA A TODOS, MENOS A EL PAÍS
«EL PRIMER PERIÓDICO EN QUE TRABAJÉ DURO UN DÍA»
El periodista Bonifacio de la Cuadra explica que el primer periódico en el que trabajó fue ‘Nivel’.
Fue en 1969. El primer periódico en que trabajé y duró sólo un día. Porque al día siguiente de que saliera, el ministro Sánchez Bella nos lo cerró porque consideró que era ‘un nido de rojos’.
No lo era tal, porque el director era Manuel Martín Ferrand, que no era un rojo ni mucho menos, pero a la vista de algunas viñetas que habían visto criticando a los ministros de Franco, pues se lo cargaron. Estaba Vicente Verdú, por ejemplo. No les gustó a los ‘López’ (por los ministros López Rodó, López Bravo y López de Letona)
EN LA PRENSA DEL MOVIMIENTO A LAS ÓRDENES DE VICENTE CEBRIÁN
Pasé a la Prensa del Movimiento en la que tuve como director a Vicente Cebrián, que luego después sería quién me recomendaría a su hijo, Juan Luis Cebrián, para El País.
Estaba en la agencia de noticias [Pyresa], empecé haciendo sucesos. El director, Vicente Cebrián, me veía en la redacción y me decía: ‘¡Bonifacio, aquí no suceden los sucesos, vete por Madrid a buscarlos!’
De alguna forma, aún en un régimen como el franquista, sí se enseñaba periodismo en lo que era el gusto por la noticia.
Siendo muy franquistas todos los directores, el cambio se produce cuando llega Emilio Romero, que tenía una idea de que eso era su finca particular. Y Julio Merino cuando llamaba Romero por teléfono se inclinaba ‘a sus órdenes, jefe’. Para los otros mandaba Franco, en esa etapa quería mandar él.
EL DESPIDO DE SOLEDAD GALLEGO DÍAZ DE PYRESA
Nos despidieron a Soledad Gallego Díaz y a mí por hacer diez minutos de trabajo en silencio en solidaridad con una serie de periodistas represaliados.
Estaba muy revolucionaria la prensa entonces, había muchas sanciones por parte del régimen a la dictadura, eran los años setenta, y había muchas protestas en las redacciones y nosotros decidimos diez minutos de trabajo en silencio. Llamaban por teléfono y decíamos ‘lo sentimos, pero estamos en silencio’.
El director de Pyresa era Julio Merino. Nos puso en fila a todos los que habíamos guardado esos diez minutos de silencio, para ver quién reconocía que lo había hecho como señal de protesta. La mayoría dijo que era casualidad, que estaban en silencio porque estaban trabajando. Sólo Soledad Gallego Díaz y yo reconocimos que lo hacíamos como protesta. Despido fulminante.
En ese momento yo no conocía a Soledad Gallego, pero el despido une mucho.La Asociación de la Prensa repudió a Julio Merino y los tribunales acordaron nuestro reintegro.
CO-FUNDADOR DEL DIARIO EL PAÍS
Tuve la suerte que me recomendó el padre del director Juan Luis Cebrián.
Nos acusaban de ser marxistas y no lo éramos para nada.
FILTRACIÓN DEL BORRADOR DE LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA DE 1978
La revista ‘Cuadernos para el Diálogo’ y el diario El País se apuntaron un gran scoop en 1978 al publicar el borrador de la Constitución española antes de que se estrenara.
Eso se fraguó desde ‘Cuadernos’. Gregorio Peces Barba siempre que me veía en alguna reunión o conferencia decía: ‘lo importante de Bonifacio es que revele quién le dio el borrador’. Le respondía que nosotros no desvelamos las fuentes. Lo que sí puedo decir es que no fue el PSOE. No fue un socialista. Aquello fue un aldabonazo, parecido a las filtraciones de Wikileaks.
Gente como Julián Marías, que era accionista de El País y senador real, al ver en el borrador que se iba a aprobar aquello de ‘nacionalidades’ eso le pareció tremendo. Y fue eso lo que causó que al final se consiguiera que la Constitución incluyera ese artículo esperpéntico de ‘unidad común indivisible’ de España.
Recuerdo cuando Franco aprobó por ley que los principios del Movimientos eran ‘inalterables’, y vaya si los cambiaron luego.
CO-AUTOR DEL ESTATUTO DE LA REDACCIÓN DE EL PAÍS
Intentamos hacer la formula de Le Monde [participación de la propiedad mediante de acciones]. Yo en seguida me hice accionista. Pero no era posible, porque no había suficientes accionistas. Y al final lo que hicimos es acordar el Estatuto de la Redacción, que incluía el Secreto profesional, la Cláusula de la Conciencia o el artículo 7 que se aplicó cuando aquello de ‘Caudillo Guevara’.
El Estatuto de la Redacción no le gustaba nada a nuestros accionistas, pero tampoco gustaba nada a otros periódicos. El diario ABC sacó un editorial diciendo que iba, a partir de ahora, la empresa de El País no iba a mandar, sino que iban a mandar ‘los soviets de la Redacción’.
El Estatuto de la Redacción lo negociamos Soledad Gallego Díaz, Rosa Montero, Ángel Santa Cruz, Félix Monteira y yo. Éramos los que negociábamos. Era un Estatuto que lo que pretendía era dar protagonismo a los periodistas, que no mandaran sólo los accionistas.
PORTAVOZ DE LA REDACCIÓN EN LA JUNTA DE ACCIONISTAS
En la Junta de Accionistas de 1980 expliqué ante ellos que el Estatuto de la Redacción, no era la auto-gestión, de hecho para muchos compañeros periodistas era un estatuto que se quedaban corto.
Expliqué que el Estatuto era algo normal en Europa occidental. Finalmente los accionistas contrarios al Estatuto terminaron yéndose y el periódico, a golpe de primeras páginas, a golpe de contar la realidad. A base de esas cosas, conseguimos un gran público.
Era una época en la que era peligroso llevar El País bajo el brazo, por ataques de la extrema derecha, llegó a haber un atentado con muertos.
En esa junta yo respondí [a los accionistas Fernando Chueca y a García de Vinuesa] que no se asustaran, que esto era una moneda de curso legal. Pero la competencia les estaba diciendo ‘¡Cuidado, accionistas de El País, que si lo permitís gobernarán los soviets!’
El hecho es que el Estatuto ha seguido funcionando y todavía hoy tiene vigencia.
VICENTE CEBRIÁN, EL PRIMERO EN ADELANTAR QUE EL PRESIDENTE DE LA TRANSICIÓN SERÍA SUÁREZ
Tras una primera etapa en la órbita de Fraga, en el momento de salir El País quedó más en sintonía con el conde de Motrico, que tenía a un hombre de confianza, Dario Valcárcel, como subdirector del periódico.
Dario Valcárcel estaba con Areilza el día en que dimite Carlos Arias y se espera que él vaya a ser el nuevo presidente.
Me acuerdo que le dije a Juan Luis Cebrián ‘¿Por qué apostamos tanto con Areilza hasta el punto de tener ya a Dario Valcárcel en su casa para que le haga la primera entrevista?’. Cebrián me decía que estaba claro que el nuevo presidente iba a ser a Areilza, y yo le dije que sería Adolfo Suárez.
Él me preguntó ‘¿Y quién te ha dicho eso?’, a lo que yo le respondí ‘¡Tu padre!’, porque fue su padre, Vicente Cebrián, el que me dijo que iba a ser a Adolfo Suárez. Conocía mucho mejor el tema del Movimiento y acertó.
LA GUERRA DE ACCIONISTAS EN EL PAÍS
En El País los periodistas conseguimos dar un vuelco al accionariado, porque el accionariado era de derecha liberal. Querían un diario tipo ‘Revista de Occidente’, no franquista, pero sí de derecha liberal. Había una serie de accionistas empezando por Julián Marías, que no eran nada de izquierdas.
Ahí es que una persona vinculada a ese sector de accionistas, fue con un maletín a comprar acciones para dar un vuelco en la siguiente junta de acciones. Era un sector de accionistas vinculado a la derecha.
Esa operación la frenó Polanco, que se dio cuenta, habló con esos mismos accionistas. Y a la vista que no podían dar un vuelco para hablar con esos mismos accionistas y al final acabaron yéndose.
El artífice de la operación del maletín era Antonio García-Trevijano. Él quiso llevar el periódico a la derecha. El dirá ahora que no, que era hacia la república. Pero sus apoyos eran derechistas. Y esa operación del maletín fue él quién la protagonizó.
No me acuerdo todos los que estaban, pero Pérez Escolar andaba por ahí. Hablé una vez con Pérez Escolar, que tenía una visión diferente a la mía, pero no me convenció. Ahí lo que pasaba es que no les gustaba la línea de El País y entonces decidieron cambiar a los accionistas y lo que hicieron fue consolidar el accionariado.
EL 23-F
No es la primera vez que lo digo, pero era una sesión tan aburrida la de aquel día, votando todos ‘Sí’ o ‘No’. Que cuando entró Tejero el periodista que tengo dentro dije: ‘Hombre, por fin pasa algo’.
Luego tuve un miedo terrible, de que nos metieran en el estadio Bernabeu, pasé un miedo terrible. Y en cuanto dieron la posibilidad de irse, me fui. (…) La jefa de nacional me ordenó que mandara, de inmediato una crónica. No me preguntó ‘¿qué tal estás?’. Sino que escribiera y Cebrián me mandó a la redacción. Y en esa primera edición especial que sacamos, hay unas cuantas cosas que reconozco como mías.
DEMANDADO POR INVESTIGAR ‘LA TRAMA CIVIL’ DEL 23-F
Bonifacio de la Cuadra es uno de los autores del libro ‘Todos al Suelo’ que indagaba sobre ‘la trama civil’ del golpe y causó que un gran número de personalidades franquistas se querellara contra él.
Fue el primer libro sobre el 23-F. Ministros de Franco, Fueyo, Palomino, todos se querellaron contra nosotros por calumnias. Nosotros queríamos que hubiera juicio para así poder demostrar nuestra investigación, porque en las querellas si demuestras que es verdad no hay consecuencia. Hubiéramos llevado allí a todos los que podían aportar algo.
El Gobierno Calvo-Sotelo no quiso investigar la trama civil, al ver que ya tenía determinadas personalidades militares en el banquillo (…). Si el golpe fue el 23 de febrero, antes de mediados de marzo sacamos nuestro libro, fue el primero, de él luego ha chupado mucha gente.
Un escritor reciente, que ha hecho un gran libro sobre el 23-F, Javier Cercás, en su libro nos ningunea. Dice que ‘Ricardo Cid Cañaveral y otros seis’ – se ve que no tenía sitio para citar a los otros autores – ‘dijeron una serie de cosas, se querellaron con ellos y luego después varios de ellos retiraron lo dicho’. Eso era totalmente mentira.(…)
Jauregui ha contado que una de sus fuentes era el propio general Gutiérrez Mellado.
¿CUAL HA SIDO EL GOBIERNO MÁS INTERVENCIONISTA CON LA PRENSA?
En la época de la Transición se aguantaban bastante más las críticas, ellos iban por el Consenso.
Luego, los socialistas, con los que habíamos tenido mucha relación. Al llegar al poder, empezarón a molestarles esas críticas. Barrionuevo demandó a El País. Y ‘La Patada en la Puerta’ de Corcuera fue muy criticada porque iba contra nuestros principios.
Por eso El País, aunque fuera progresista, si iba contra los derechos, nos iba a encontrar en frente y nos encontraron.
SITUACIÓN ACTUAL DE EL PAÍS
Preguntado por las críticas desde webs izquierdistas a que El País se ha derechizado tras su último cambio accionarial, De la Cuadra tiene su propia opinión.
A mí me gustaba más El País de entonces [de la Transición], pero, claro, como yo era parte, tampoco soy muy objetivo. El de ahora me gusta menos, pero sigo comprándolo cada día, sigue siendo mi periódico y cuando tiene problemas lo que deseo es que se solucione y que los ciudadanos puedan seguir teniendo ese periódico.
Es cierto que hay cambios, con la edad. Pero sobre los conflictos de El País yo no diré nada, porque se está negociando y lo que me apetece es darles un abrazo a todos, que salga la negociación lo mejor posible para ellos y que El Pais siga siendo lo que ha sido siempre.
LA CRISIS SE PERDONA A TODOS, MENOS A EL PAÍS
La crisis afecta a toda la prensa, lo que pasa es que se perdonan más los EREs del ABC, de El Mundo, pero en el caso de El País existe la creencia de que, aunque sea una empresa como las demás, pues no va a hacer medidas de recorte.
Pero al final las empresas son los que son, tienen un capital y unos intereses determinados y no siempre se atiene a lo que los trabajadores quieren.
En la actualidad Bonifacio de la Cuadra acaba de estrenar su primera novela, ‘Secretos de confesión’, que narra una hipótesis sobre la pederastia sacerdotal en España.