El periodista Pedro Calvo Hernando es un veterano analista político de izquierdas desde los tiempos de las tertulias de Javier González Ferrari, Manuel Antonio Rico o Iñaki Gabilondo, hasta programas más recientes como los de Carlos Cuesta o Ernesto Saénz de Buruaga.
Calvo Hernando comparte con Periodista Digital recuerdos y valoraciones sobre su trayectoria, empezando por su etapa en el desaparecido periódico ‘Nuevo Diario’.
- «De Domingo a Domingo» fue algo muy novedoso en la prensa
- La guerra con Pueblo
- Derrota de la prensa del Opus Dei
- Defendiendo las regiones en 1974
- Matrimonio homosexual
- La primera tertulia de periodistas en España en la SER
- Supresión de las tertulias
- Tertuliano en RNE con José María Aznar
- Despedido de la RNE de Zapatero
- Tertuliano en ‘Madrid Opina’ de Buruaga y ‘La Vuelta’ de Carlos Cuesta
- ¿Mayoría de derechas en las tertulias?
- El cambio de RTVE
- Nota a los presidentes del Gobierno en cuanto a su trato con la prensa
«De Domingo a Domingo» fue algo muy novedoso en la prensa
En 1968 en el recién aparecido Nuevo Diario, Pedro Calvo Hernando se estrenó con una sección titulada ‘De Domingo a Domingo’, donde el joven periodista replicaba los argumentos de los otros periódicos, en particular los del sector ‘falangista’, que eran el Arriba, el Diario SP y Pueblo.
«De domingo a Domingo» fue algo muy novedoso en la prensa. Esto inauguró la era de los análisis semanales de la prensa, que luego estaría durante decenios muy de moda. Y la mía fue la primera.
Fue una idea mía, se la expuse a Cebrián y le gustó mucho. Al que le gustó mucho menos fue a Manuel Fraga [entonces ministro de Información] y tuvimos tres o cuatro agarradas importantes a propósito de esta sección. El primer expediente que tuvo la dirección de Nuevo Diario fue por mi culpa. Lo siento de cara a la memoria histórica de Nuevo Diario, lo hice sin mala intención.
El franquismo no iba a durar mucho y había que cultivar la pre-transición. Cuando algunos periodistas empezamos a darle caña al régimen arriesgando algunas cosas. Nos abrían expedientes y nos ponían multas, aunque en ese momento ya no te metían en la cárcel.
La guerra con Pueblo
Nuevo Diario mantuvo una fuerte guerra con el diario Pueblo a raíz de un artículo de Pedro Calvo Hernando, que llegó a demandar al director de Pueblo, después de que aquel periódico dedicara un artículo contra Calvo con el título ‘Un mentiroso’.
Hubo una guerra entre Pueblo y Nuevo Diario y creo que la desencadené yo. Alguna cosa que yo dije, él la interpretó como una mentira, lo puse en ‘De Domingo a Domingo’ y a él no le gustó. Acabamos en los tribunales. Después, en la democracia, nos haríamos amigos. Pero en ese momento era el más poderoso, sin duda. Es el periodista más poderoso que ha habido durante el franquismo y en el post-franquismo también se supo ganar lugares y hacerse perdonar pecados graves. Él siguió.
Él me señaló con el artículo ‘Un mentiroso’. Pero yo era muy joven, muy osado, algo irresponsable y no me arrepiento de lo que le dije. Si me arrepiento de algo es de no haber sido más cañero contra ellos. Pueblo llegó a publicar una portada contra nosotros titulada ‘Nada dentro’ y eso sí que era mentira, porque Nuevo Diario sí que tenía muchas cosas dentro. Duró poco, pero en el primer tiempo de Nuevo Diario sí tenía muchas cosas dentro, muchos contenidos que lo hacían un valor muy destacado junto al diario Madrid.
Derrota de la prensa del Opus Dei
La guerra mediática que sufrió España a finales de los sesenta se libró entre la prensa falangista y la prensa del Opus Dei, liderada por el diario Madrid.
Lo que cuesta entender de aquella etapa es que los tres periódicos más aperturistas de ámbito nacional que había, estaban vinculados al Opus Dei. Gente del Opus Dei, que tenía el sello que tenía, y a pesar de ello hicieron los periódicos más aperturistas y más democráticos del momento, últimos años del franquismo. Es así, pero no gracias al Opus Dei, sino gracias a personas concretas, entre ellas Cebrián o Juan Pablo de Villanueva que le sucedió en la dirección de Nuevo Diario y que eran gente muy abierta, que habían oído hablar de la democracia en el extranjero y que quisieron apostar por defenderla para España. ¿Que además eran del Opus? Pues bueno.
De aquellos tres periódicos, primero cambio de bando uno, luego volaron otro y luego Nuevo Diario cierra. Con Nuevo Diario primero hay un cambio accionarial, queda en manos del Gobierno y duró muy poco. El Nuevo Diario verdadero fue el de nuestra época.
Defendiendo las regiones en 1974
En 1974, Pedro Calvo Hernando publicó un artículo en el que defendía que el España reconociera las regiones que había dentro de ella, en particular Cataluña, Galicia, Andalucia y ‘vasconia’ (Euskadi).
En esto sí que he sido un apasionado toda la vida, en defender a las regiones, después comunidades históricas. Las defendí siempre, aunque ahora me he distanciado del tema porque no me gusta la deriba que han tomado, especialmente en Cataluña con lo de la independencia. Lo lamento, porque tengo entre los nacionalistas muy buenos amigos.
El «café para todos» fue el pretexto para poder sacar a flote a las tres comunidades llamadas históricas: Galicia, Cataluña y Euskadi. Aunque es curioso que a éstas se las llame ‘históricas’. Porque si resulta que Aragón y Castilla no son históricas, ya se me contará.
No diría que el Estado de las Autonomías ha fracasado, pero los políticos lo han gestionado muy mal. (…) No se debe dejar en manos de las autonomía el global de determinadas competencias que son muy importantes que obligan a una visión de conjunto.
Ni el Gobierno de Aznar, ni el Gobierno de Zapatero fueron capaces de establecer el límite. Felipe González fue el que mejor lo hizo, pero los gobiernos de Aznar y de Zapatero no estuvieron a la altura.
El PP al recurrir el Estatut no estuvo a la altura, por ese recurso de inconstitucionalidad, que luego comentan como si fuera cosa sólo del Tribunal Constitucional, cuando el gran culpable de esa crisis es el Partido Popular.
Matrimonio homosexual
En su etapa como columnista del diario El Mundo también publicó artículos destacados, como uno en 1998 en defensa del matrimonio homosexual, cuando el mismo no sería aprobado en España hasta 2005.
La derecha ahora dice que lo único discute del matrimonio homosexual es el nombre, eso lo han dicho luego cuando han visto que la cosa no tenía remedio. Dicen que es cosa del ‘nombre’. No, lo que cuestionan es el nombre, el concepto y la idea en sí: machacamiento de una de las libertades de los derechos cívicos. Por cierto, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero cometió grandes errores, pero alguna de las cosas que hizo fue espléndida, una de ellas esta.
¿Le acusan de que no intentó consensuar? Tratándose de Zapatero es metafísicamente imposible que no intentara consensuar, este hombre intentaba consensuarlo todo. Fue la oposición la que no quiso consensuar, no tanto por culpa de Rajoy, aunque también. Sobretodo fue por los sectores duros de su propio partido, algunos de estos sectores claramente fachas, como Jaime Mayor Oreja. (…) Que era amigo mío antes no era así, cuando estaba en UCD con su tío Mayor Oreja no era así.
La primera tertulia de periodistas en España en la SER
En 1984 en España se estrenó en la Cadena SER la primera tertulia política de España en la radio conducida por Javier González Ferrari. Sus primeros tertulianos eran Ramón Pi, José Luis Gutiérrez y Pedro Calvo Hernando.
Es fue la primera tertulia política de la historia de la democracia y la historia de España. Fue una tertulia que, después no ha habido ninguna que se le pueda comparar ni en radio, ni en televisión. Mira que yo he estado en muchísimas.
Aquella tertulia era en la Cadena SER, una cadena de radio que tenía el juramento interno de acompañar al proceso democrático con toda sinceridad, sin mirar los colores políticos o nada. En la tertulia de la SER cada uno era de su padre y de su madre. Había total libertad para pronunciarse en un lado o en el otro.
José Luis Gutiérrez dice que a él ‘le apartaron’ de la tertulia. Si fue así lo condeno, pero a mí nunca nadie me presionó en ninguna dirección. Es cierto que yo era una persona de izquierdas.
Luego ha habido otras tertulias en las que no ha sido así, entre otras cosas porque no estaban representados los sectores progresistas. Habrá quién me diga ‘hay otras tertulias en las que no están presentes los conservadores’, ¿Qué me digan cual? En todas las tertulias progresistas hay siempre tertulianos conservadores. En la SER están Emilio Contreras o José Antonio Zarzalejos.
Supresión de las tertulias
En 1985 la SER decide quitar las tertulias, pero luego años después las vuelven a poner y vuelvo a estar yo. Hubo un lapso. Luego las reinstauraron con más entusiasmo que nadie, a todas horas, por la mañana, por la tarde y por la noche.
La tertulia de la SER inauguró el género de la tertulia. Eso pesó en el ánimo de los que dirigían el cotarro en la SER y al ver que el resto de emisoras lo estaban haciendo, debieron decir ‘¿Nosotros que la hemos creado y ahora dejamos que todos las demás las hagan menos nosotros?
Tertuliano en RNE con José María Aznar
En el momento en que hubo una desavenencia con la SER, me cambié a Radio Nacional de España, porque me pusieron menos días que los que yo creía que debía estar.
En la primera tertulia de la SER, la de González Ferrari, era todos los días las mismas personas. Ahora, me costaría, pero lo haría. Sacrificaría todo para poder volver a una tertulia con absoluta y total libertad.
Entré en el programa de Manuel Antonio Rico y me convertí en ‘la guinda’ de izquierdas en una tertulia de mayoría conservadora. Hubo muchas peleas, pero nunca me echaron, o mejor dicho, nunca se atrevieron a echarme. Hubo sus amagos internos.
Despedido de la RNE de Zapatero
No tiene más que una explicación y es que pesaba más los tertulianos ‘amisturris’ y de amiguetes del alma, de los que cobran – prefiero no nombrar a nadie – pues contaba más eso que las convicciones.
¿Cómo se explica que yo, siendo progresista, pudiera estar de tertuliano en RNE los ocho años de gobierno de José María Aznar, en el programa de las noches de Manuel Antonio Rico, absolutamente todas las semanas sin fallar ni una sola semana, diciendo todo lo que me daba la gana, enfrentándome al resto de tertulianos, que eran de derechas casi todos, peleándome con razón o sin ella – yo creo que con ella – y no pasa nada. Y en cambio sale Aznar, entra Zapatero y empiezan los problemas y a mí me acaban largando.
Hubo varios amigos míos que se lo decían a la gente del PSOE ‘¿Cómo habéis sido tan bestias con Pedro?’, ‘si no era nada del PP’. Yo no lo entiendo, sólo lo atribuyo a que el puesto mío era muy apetitoso para otros que estaban más vinculados al aparato. Pero vamos, estoy muy acostumbrado, sería la novésima-cuarta vez que me echaban.
Tertuliano en ‘Madrid Opina’ de Buruaga y ‘La Vuelta’ de Carlos Cuesta
Eran tertulias de mayoría conservadora. Yo sabía perfectamente dónde iba. Sabía que no estaba ahí porque tuvieran un concepto sacrosanto de la libertad de expresión y la pluralidad. Estaba ahí porque era la coartada, una coartada progre, de izquierdas. Yo lo sabía, tanto en Madrid Opina, como en Veo7, pero sabiéndolo estaba, porque me interesaba. Así que cuando me echan, no puedo quejarme, porque sabía que eso iba a suceder más tarde o más temprano.
Yo con Rosa Díez me pelee una vez muy fuerte en Telemadrid. Esta señora en aquella tertulia a la que te refieres, de pronto empezó a hablarme ‘de usted’ tras un encontronazo. Y yo le decía ‘¿pero Rosa, a estas alturas? ¿Con los años que hace que nos conocemos?’. Me dolió, la cosa no tenía ninguna gracia, sólo por opinar.
También estuve en 13TV con Alfonso Merlos, gran tipo, pero algo pasó. Y dejé de ir, nada es gratuito, pero sé que no fue culpa de Merlos que dejara de ir. Eso es algo que tengo que aclarar, aunque ya haya pasado un año.
¿Mayoría de derechas en las tertulias?
Actualmente en las tertulias hay una mayoría abrumadora. A-bru-ma-do-ra. Y también es mayoría abrumadora los medios de comunicación en manos de ellos. El TDT Party, que en estos momentos serían Intereconomía y 13TV. ¿Qué medios hay que no sean de esa cuerda? LaSexta. De los grandes medios, Telecinco y Antena 3 procuran que haya equilibrio en sus tertulias, pero siempre la derecha está presente. En ‘Al Rojo Vivo’ siempre hay al menos dos de derechas. Eso es un tratamiento muy distinto a la pluralidad política e ideológica. No nos andemos con bromas en estas cosas.
La evolución de las tertulias ha ido cada vez a peor. Cada vez los tertulianos están siendo más vendidos. Siempre ha habido algo, porque los tertulianos no somos hermanitas de la caridad, pero había bastante más objetividad que la que ha habido en los últimos años, con cosas como en las tertulias del TDT Party, del que hablan en El Intermedio.
El cambio de RTVE
Por primera vez en la historia de España había una televisión, RTVE, que había conseguido un estatus de libertad, de independencia y de pluralidad, con lo difícil que era eso. ¡Cuanto habría que agradecer al gobierno de Zapatero! ¿Qué ha pasado? ¡Fueron capaces de cargárselo! ¿Corría prisa eso y no sacarnos de la crisis?
Nota a los presidentes del Gobierno en cuanto a su trato con la prensa
A Adolfo Suárez le pondría un 9 sobre 10, a Felipe González 8, a José María Aznar un 4, a José Luis Rodríguez Zapatero un 8 y a Mariano Rajoy un 2.
Pierde Rajoy sobre Aznar, porque Aznar no se cargó la independencia de TVE porque nunca la había habido. Los socialistas tenían que haber hecho lo que hizo Zapatero con Felipe González, pero no lo hicieron. Zapatero sí lo hizo y lo han quitado en cuanto se ha ido. Hay que volver al estatus de Zapatero en TVE, aunque la haya hecho Zapatero. ¡Como si lo hubiera hecho San Pedro!
Era un Estatuto de libertad, puede que al director de Informativos lo hubiera nombrado el Gobierno de Zapatero, pero el presidente de RTVE se había elegido por consenso entre PP y PSOE. Alberto Oliart fue elegido presidente de RTVE por consenso. Oliart era un hombre de UCD. Era lógico, no podía ser alguien muy del PSOE, ni tampoco muy del PP. ¿Qué está pasando ahora? Todo el mundo lo sabe.