El político Rafael Arias-Salgado es un testigo de excepción de los años de la Transición. Fue ministro en los Gobiernos de Adolfo Suárez, Leopoldo Calvo Sotelo y José María Aznar. En su etapa en UCD Suárez le encomendó además el cargo de Secretario General de la Unión de Centro Democrático, lo que le convirtió en uno de los principales confidentes del Duque de Suárez junto a Fernando Abril y el general Gutiérrez Mellado. Tras pasar por la ‘Operación Roca’ y el CDS, pasó al Partido Popular de cuya dirección nacional formó parte. En la actualidad es vicepresidente de la Fundación Transición. El veterano política repasa algunos momentos de su trayectoria con Periodista Digital.
Durante la entrevista el político hace un repaso de toda su trayectoria desde los años de la Transición y las difíciles relaciones de Suárez con sus colaboradores (como Abril), a la composición y descomposición de la UCD, el debate sobre las autonomías y su aterrizaje en el Partido Popular.
A continuación reproducimos algunos fragmentos de la entrevista, que está íntegra en el vídeo:
PSOE
«El Partido Socialista Obrero Español no era [a finales de los 60] un partido socialdemócrata a la Europea. Todavía no lo es hoy. Aunque tenga una corriente socialdemócrata dentro, globalmente no es un partido socialdemócrata y en cuanto hay una situación difícil le salta la chispa antisistema. No se ha convertido en un partido socialdemócrata como lo son los partidos en Centro Europa o la Europa nórdica».
No hay manera de encontrar en estos momentos un terrero de acuerdo con el Partido Socialista para hacer los retoques institucionales que hay que hacer.
«La primera huelga general a Felipe González es la única verdaderamente exitosa que ha habido en el país».
PACTOS DE LA MONCLOA
«Los Pactos de La Moncloa no son otra cosa que un plan de ajuste económico, y muy duro. Con los Pactos de La Moncloa, en ocho o diez mese la inflación se baja del 27% al 14%, por lo que ese plan de ajuste está dando resultado».
«Felipe González no quería los Pactos de La Moncloa. Y Adolfo Suárez hizo una cosa que hizo en otras ocasiones a lo largo del proceso de la Transición, que es llamar a Santiago Carrillo. Entonces su pusieron de acuerdo los dos, a Carrillo le pareció muy bien la idea de los Pactos de La Moncloa porque estaba deseando un Gobierno de coalición, y en defecto de ese gobierno de coalición una foto de todos los partidos estaba dentro de su estrategia. Cuando Felipe González se entera de que Carrillo ha dicho que sí a los Pactos de La Moncloa, cede y se une al proceso negociador».
MODELO AUTONÓMICO
Lo lógico hubiera sido organizar la descentralización y la regionalización de España en un camino en el que no todas las autonomías deberían tener las mismas características políticas.
«Lo que permitió funcionar bien a la España de las autonomía fue un acuerdo permanente, en todo lo que afecta al desarrollo autonómico, entre el centro-derecha y el centro-izquierda, porque nuestro sistema se monta sobre dos patas y cuando esas dos patas están en desacuerdo el proceso tiene grandes posibilidades de descontrolarse. Y esa es la gran responsabilidad histórica del presidente Zapatero, que rompe lo que hasta encones había funcionado siempre, que es un acuerdo entre el centro-derecha y el centro-izquierda, que son entre el 70 y el 80 por ciento de los votos y eso permite que un estado profundamente descentralizado. Y el presidente Zapatero rompió ese acuerdo. Inició de manera unilateral un proceso de reforma del Estatuto de Autonomía que por primera vez en la historia española se aprueba simplemente por una mayoría».
ADOLFO SUÁREZ
«Si hubiera habido un ruido de sables conocido por Suárez y con mínimo riesgo de desvirtuar el proceso democrático, él no hubiera dimitido».
Muchos de los que hoy elogian, de manera a veces exagerada a Suárez, por aquel entonces [años 80 y 81] escribían artículos atroces del personaje, hay que leer la prensa.
«Lo que Suarez me transmitió sobre su dimisión fue: ‘Yo fui a ver al Rey y le presenté mi dimisión. Yo esperaba que el Rey hiciera una inclinación de cabeza diciendo que no, un movimiento de cabeza diciendo que no. Entonces el Rey estuvo absolutamente impávido. Yo lo interpreté como que el Rey quería mi dimisión’. Este hecho histórico sólo se entiende si se parte de que Suárez tenía una lealtad absoluta e incondicional al Rey».
GRUPO PRISA
La posición dominante de un determinado grupo de medios de comunicación social [PRISA] corría el riesgo de desvirtuar una situación verdaderamente democrática y competitiva [en el año 96].
«Lo que yo califiqué en el Congreso de los Diputados como el contrato más inmoral de la historia es que el Grupo PRISA había conseguido un contrato con Telefónica, entonces un monopolio estatal, para utilizar en exclusiva su red de cable. Eso era crear un monopolio de facto en el entorno de un monopolio legal. Por eso liberalizamos la telefonía y pusimos coto al contrato de exclusividad de la red de Telefónica con el Grupo PRISA».
AZNAR Y LA REFUNDACIÓN DEL PP
El esquema que tenía Aznar en la cabeza era recuperar el papel, la función, de UCD sin sus divisiones e inconvenientes y hacer un gran partido de centro-derecha.