El ex concejal de Urbanismo de Madrid durante el mandato de Enrique Tierno Galván como alcalde, Jesús Espelosín, presenta el libro ‘Operación Chamartín‘ (Ed. Irreverentes 2013) donde denuncia las irregularidades en torno la eterna ampliación de la Castellana, nunca llevada a cabo. El autor presenta su obra en Periodista Digital, donde departe ampliamente sobre aspectos que, hasta ahora, no eran tan conocidos.
El relato que hace es el siguiente: en 1993 RENFE adjudicó, en un ominoso concurso público, «el derecho de adquirir» un suelo que había sido expropiado para la construcción de la estación de Chamartín. El suelo tenía una capacidad edificatoria de 187.358 m2 y fue adjudicado a DUCH SA para que construyera un nuevo barrio diseñado por Ricardo Bofill.
Hoy, 20 años después, DUCH SA, propiedad del BBVA en un 72,5%, tiene el «derecho de adquirir» 1.855.521 metros cuadrados de aprovechamiento urbanístico, diez veces más que cuando se adjudicó, pero, aunque los medios de comunicación han informado en reiteradas veces de que «Arranca la Operación Chamartín», DUCH SA no ha pagado ni un solo euro a RENFE, no ha movido ni un puñado de tierra ni ha puesto un ladrillo en el suelo de la virtual ‘Operación Chamartí’n. Mientras tanto, la Administración Pública ha modificado y ampliado varias veces el contrato con DUCH SA sin nuevos concursos públicos, ha recalificado tres veces el suelo, ha hecho tres leyes, dos autonómicas y otra nacional, para favorecer al adjudicatario, y ha ignorado en tres ocasiones sendos informes jurídicos que proponían la rescisión del contrato a DUCH SA por incumplimiento del mismo.
El relato cuenta como protagonistas a ex socios de algún ministro de Fomento que actúan de intermediarios, a un presidente de Comunidad -Ruiz Gallardón- y a un ministro de Fomento -Arias Salgado- que según el autor de este libro dicen falsedades en sede parlamentaria, y a unos herederos de las familias expropiadas que fueron insultados y casi criminalizados, cuando pidieron cuentas del cambio de uso de los terrenos.
Para Espelosín, lo más escandaloso es, precisamente, el hecho de que en estos 20 años, ha constituido todo eso un escándalo público.
Fragmentos de la entrevista
En su obra cuenta las veces que en medios de comunicación se ha titulado ‘arranca la Operación Chamartín’ durante años…
20 años lleva arrancando. Cosa que ha sido un problema para los medios «la Operación Chamartín arranca», y no han tenido más remedio que repetirlo. «Operación Chamartín Año 1» fue un titular que sacó dos veces el mismo medio con 10 años de diferencia. No es culpa suya, les llevan diciendo durante años que la operación arrancaba.
Un concurso se encarga para una cosa. Si esa empresa, pasan los años y no se hace… ¿no habría que haberlo anulado?
Si en lugar de adjudicar la ‘Operación Chamartín’ hubiera sido la adjudicación de la empresa de recogida de basura… ¡imagínise como estarían las calles! No es habitual. Mucho antes de los 20 años le habrían rescindido el contrato.
En un medio de comunicación, si se adjudica una señal y pasa un tiempo y no emite, se anula
Eso pasa en la mayoría de concesiones. Un contrato tiene un objeto, un precio y un plazo. Y una rescisión si no se cumple alguna de las tres cosas. En este caso no se ha cumplido ni el objeto, ni el precio, ni el plazo. ¿Por qué no se anuló? Duch contrató un abogado, amigo y antiguo socio de Rafael Arias Salgado, ministro de Fomento en aquel momento. Le contrataron para convencer a Rafael Arias Salgado de que no rescindiera el contrato con Duch, cosa que le habían dicho los servicios jurídicos del ministerio que hiciera. Finalmente, no lo hizo.
Ricardo Egea Krauel figura en la Fundación Transición de la que Arias Salgado es vicepresidente, por lo que su amistad no se puede probar, pero quizá sí que se conocen
Que son amigos, yo lo leí. Lo dijeron los medios de comunicación en aquel momento. Negocio Inmobiliario fue un medio que le dedicó mucho tiempo. Manejaba muchos datos, que he podido comprobar que eran ciertos. (…)
Duch no ha pagado ni un centimo por esto. ¿Quién ha ganado?
A nivel económico la empresa Duch y la empresa constructora San José. Duch se ha gastado unos 85 millones de euros hasta ahora. En sueldos. Los que cobren esos sueldos han ganado. Y si una empresa se ha gastado 85 millones de euros, pero no lo ponen como gasto, sino como una inversión en el activo. Esa empresa vale unos 85 millones de euros.
Si estuviera aquí el Sr. Gallardón o los responsables de Fomento o de Madrid qué les diría…
Diría ¿por qué no rescinden, por qué no han rescindido ya, por qué no van a rescindir el contrato con Duch? (…) Tienen que dar una explicación. Una empresa que hace 20 años que debía haber hecho una cosa y no lo ha hecho. Una explicación se merece. Aunque España tiene muchos problemas ahora.
¿Qué futuro habrá para la ‘Operación Chamartín’? ¿Habrá al final una ampliación de la Castellana?
Creo que en breve volveremos a ver en un periódico el titular ‘arranca la Operación Chamartín’
En 1998, cinco años después de aprobarse la Operación Chamartín, aún no había comenzado, preguntan a Gallardón en la Asamblea por el tema y dice que es culpa suya.
«El problema es Espelosín», dijo el Sr. Gallardón, porque en aquel momento no existía Merkel.
Le acusó de defender a los especuladores y obstaculiar así la Operación Chamartín. Es decir, que el culpable, según Gallardón, era usted.
Y como yo era el culpable. Posteriormente el Sr. Arias Salgado, ministro de Fomento, fue preguntado por lo mismo. También dijo que era culpa mía y también en sede parlamentaria. Lo cual da perplejidad. Yo, en aquel momento, ya no tenía ningún cargo salvo el de haber sido concejal 10 años antes. Que se me insulte en sede parlamentaria… me parece que no debía de ocurrir.
Yo había pedido una cita a Luis Eduardo Cortés para representar a cinco familias reversionistas que yo representaba. Estaba así desde el año 1993, cuando empieza esto, y sigue estando ahora. (…) Y no ha habido compraventa ni por parte de esas familias ni por mí. Pedí esa cita y envié ese informe al Sr. Cortés. Ahí tenía todos los datos. Y parte de esos datos aparecieron en el ABC. Y parte de esas informaciones que sacó ABC las usó Gallardón para atacarme…
Es muy difícil no hacer la ecuación
Esto le facilitó al Sr. Gallardón una respuesta a una pregunta que tenía de un mes antes. Preparó la respuesta de manera magistral. Yo le hubiera aplaudido fue magistral. El Sr. Ruiz Gallardón tiene una gran habilidad para estas cosas. El ABC señaló a un villano y Gallardón dijo ‘ahí está el villano’.
Aparte, no se hizo ningún intercambio de derechos de reviersión, aunque hubiera sido así, tampoco servía como respuesta para justificar por qué habían pasado cinco años. El argumento era que los reversionistas estaban encareciendo el tema. (…) Lo que pedíamos era el 0,6% de los 11.000 millones de euros en que estaba valorada la Operación Chamartín. ¡Una miseria!
Su nombre salió citado en ‘el caso Puerta’ en 1981
Sí, tuve que declarar como testigo
El Sr. Puerta habló de algunas irregularidades en unos contratos de basura
A mí me llamó el juez como testigo. Esa es la realidad. Nunca como acusado. No hubo nada, aunque aquello fue muy relevante en su momento. No había los niveles de corrupción que hay ahora y cualquier cosa llamaba a la atención.
Ahí quizá lo que hizo que fuera tan mediático el tema fue que fuera un dirigente del PSOE, ex secretario general de la FSM aunque parece que quién le pasó el dato fue Florentino Pérez…
Mire usted, yo no tengo ni idea. Eso que lo cuente el Sr. Puerta. No creo que el Sr. Pérez… Florentino Pérez había sido antecesor mío en la concejalía…
¿Tenía algo contra usted el Sr. Puerta?
Yo creo que le liaron. La realidad, insisto, es que aquello tuvo una enorme relevancia, pero yo sólo fui llamado como testigo.
Julián Lago escribió del ‘sector guerrista’ que acudían ‘a las misas del Hotel Suecia’ donde les transmitían la doctrina del oráculo [Alfonso Guerra] con José Acosta, De la Riva, Espelosín y Feli Delgado.
Y más gente. Íbamos más gente por ahí. O el día que fue él no nos contó a todos o se lo ha contado alguien que no le contó todo. Los hipopótamos siente creer la hierba debajo de las patas. O es un hipopótamo quien lo dice o se lo ha contado un hipopótamo. Yo no recuerdo haber visto al Sr. Lago en esas reuniones.
¿Le resulta despectivo que se diga que usted era del sector guerrista en la FSM?
En absoluto. Pero no llevaba el ‘aparato del sector guerrista’. No se me ocurriría escribir un libro sobre la historia del guerrismo.
Entre los años 98 y 2000 se ven pocos artículos que hablen de irregularidades en torno a la Operación Chamartín, pero si varios contra usted de periodistas destacados como Eduardo Inda o Manuel Marlasca. La imagen que daban era que usted daba pelotazos y se lo llevaban crudo…
O estaba hecho con esa intención o se desprendía eso. Llegaron a atribuirme cifras de 60.000 millones de pesetas. ¡Como si fuera un millonario!
Le atacaron mucho las Torres KIO, decían que Espelosín era ‘el de las Torres KIO’ en Plaza Castilla
Han dicho que el Sr. Espelosín ‘recalificó plaza de Castilla. No, no, lo que se aprobó fue un Estudio de Detalle. Lo que era un estudio se convirtió en recalificación en los medios de comunicación. Eso es un hecho, venía en el Plan General (…) Y se sigue repitiendo. No se recalificó. No será la última vez que tenga que hablar de eso. Lo tendré que poner en el epitafio de mi tumba ‘yo no recalifiqué la Plaza de Castilla’.
¿Tiene acaso usted algo que ver con De la Rosa o los Albertos?
¿Yo? ¡Ah! Es muy curioso. Tuve dos anécdotas con el Sr. De la Rosa una que hace poco me quitó un taxi.
El mundo es un pañuelo…
Pero él, cuando tuvo un problema con la justicia, dijo que ‘tenía unas cintas comprometedoras con un concejal’ y salió en El Mundo. Y yo me fui al juez a denunciarlo’, para que investigara quién era ese concejal. Y me preguntaron si yo era ese concejal y les dije que no. Pero que dado que El Mundo era un periódico prestigioso, que no puede quedar en el aire una cosa así. Pero me dijeron que si no me personaba, nada. No lo investigaron. A los pocos días el Sr. De la Rosa hizo una nota aclararon que ‘no conocía de nada al Sr. Espelosín’.
En 1999 hacen un Comité Ética en el PSOE para investigar ‘cosas raras’ en la FSM y ver si había gente que podía o no estar en las listas. Citan los nombres de Fernando Abad, Virgilio Cano, Ramón Espinar y – curiosamente – meten también a Jesús Espelosín. ¿No es un poco extraño si ya no estaba en las listas?
Yo lo hubiera hecho. Si llego a presidir la Comisión de Ética llamo a Espelosín. Después de todo lo que se había publicado. Por supuesto, claro.
Pero si desde 1991 estaba fuera de las listas… parece un poco raro…
Había una imposibilidad total de que yo estuviera en las listas (…). Yo no sé por qué me llamaron. Lo que si puedo decir es que no tenía la mejor opinion de una Comisión de Ética en un partido político. La ética es una cosa que yo no sé si alguien puede juzgarla en un comité, como si fuera un tribunal de honor y deducir de eso ventajas y desventajas políticas.
Pero hay un dato genial, que una de las personas que formaba parte de ese Comité de Ética era María Teresa Sáez Laguna, la compañera de Tamayo
Era ‘miembra’ de la Comisión de Ética de Madrid. Yo no tenía un enorme respeto o consideración para las comisiones de ética, no me enteraba mucho, ni me interesaba mucho quiénes estaban por ahí.
Que una de las encargadas de decidir si, por ética, podían estar en las listas o no, fuera una de las personas que luego…
No siga. Es como poner al zorro a cuidar de las gallinas
La revista Época en 2003 sacó en portada que la FSM estaba controlada por Ramón Espinar, Antonio Romero y usted
Sí. La conocía en portada, la tengo guardada. Yo en 2003 ya no tenía ninguna relevancia, no tenía ninguna. Soy amigo de Antonio Romero y amigo de Ramón Espinar. Pero más que esa amistad no tenía más relevancia. Tengo amigos en un banco y eso no significa que controle el banco.
Transmitían la idea de que usted controlaba al Sr. Simancas
¿Yo al Sr. Simancas? Pues llame al Sr. Simancas y pregúntenle si se ha sentido controlado por mí.
Decían que formaba parte del ‘clan Caja Madrid’ ¿Tenía usted algún vínculo con Caja Madrid? Porque sé que Romero y Espinar fueron consejeros…
Absolutamente ninguno. Ni era consejero. Yo ni siquiera tenía una cuenta en Caja Madrid.(…) Aunque en aquel momento Caja Madrid tenía bastante mejor imagen que la que tiene ahora, así que estoy muy orgulloso de haber controlado Caja Madrid sin saberlo.
Tras ver su nombre tantas veces en artículos y reportajes en cosas que a usted no le coincidían… ¿qué imagen le ha quedado de los medios de comunicación?
Pero la pregunta que habría que hacerse… usted es joven y todavía tiene… es… ¿por qué aparece mi nombre aquí? ¿Por qué se escriben artículos metiendo mi nombre en cosas que no son verdad?
Recuerdo que un periodista prestigiosísimo, Casimiro García Abadillo, escribió ‘la rebelión de los Albertos’. Un enorme periodista, un gran periodista. Y en un capítulo titulado ‘el amigo de los primos’ decía que yo cazaba todos los fines de semana con ‘los Albertos’. Y yo una vez coincidí con García Abadillo en un acto, precisamente organizado por ‘los Albertos’ y le dije: «oye, en mi vida he pegado un tiro ¿por qué has escrito esto?». A lo mejor es los del hipopótamo. Alguien se lo habría contado. ¿Por qué ocurrían esas cosas? Usted debe preguntárselo.
¿Qué pienso de los medios de comunicación? Cito una frase de mi amigo Fernando Catalán: «Cuando no entiendas algo es que alguien se lleva un 10% y si no entiendes nada es que es un 20%». Si de las cosas que yo sé, leo en la prensa lo que leo, me pregunto ¿existirá Reagan? Muchas cosas, las cosas que entiendes, que sabes… ves unas cosas escritas. Que te preguntas… ¿cómo pudo García Abadillo decir que yo cazaba con los Albertos? Antonio Herrero, que fue amigo mío me invitó a cazar varias veces y siempre le dije que no. ¿Por qué alguien decía eso? No lo sé. Supongo que todos nos equivocamos. Hasta la Agencia Tributaria.